Escribo hoy un poema silenciado,
enemigo incorruptible del silencio poético,
creando desde confusiones bellas,
eternas y confusas bellezas.
En la esquina de una transparente ventana
sobre la que dormita alada una mosca
sueño una película de palabras.
Los adjetivos se sustantivan y se adjetivan los nombres.
Sé algo que tú no sabes, que tú no sabes que sé.
¿O si sabes que sé?
La perfecta ausencia
creo en el tiempo un espacio vacío
que el trabajo infatigable llenó
de ausente perfección.
Imagino que la luz dijera,
quien se es en realidad.
La poesía, obsesión de una vida
por amaneceres agarrada a mi pecho.
Belleza que prevalecerá
sobre el astuto poema de la nada.