domingo, 30 de diciembre de 2012

Verbo










Andamos, lloramos, miramos, caminamos, odiamos, amamos, tocamos…
Nacemos, comemos, corremos, olemos, crecemos, perdemos…
Dormimos, sentimos, reímos, oímos, sufrimos, venimos, consentimos…
 
Verbo,
ese habla que se instala en el despertar de cada día
y atraviesa las horas que nos acompañan hacia el destino.
 

Verbo,
esa actividad cuya simpleza obliga a caer en la cuenta
de la complicidad de momentos sublimes y atractivos.
 
Lengua de sentidos urdida,
conjugándose en presente de voces,
que segrega con palabras, el mismo verbo repetido.
 
Vivir, vivido, viviendo, vivimos…
 
 
 
 
 
QUE EL AÑO NUEVO 2013 OS TRAIGA MUCHA VIDA






 
 

domingo, 23 de diciembre de 2012

Que desees, te deseo













Cada año, la Navidad nos visita
como las estaciones y los cumpleaños,
invitándonos a recordar
la ingenuidad que en el corazón guardamos. 

Este año que desees te deseo,
para poder convertir esos anhelos,
fijando tus nuevas metas,
en las rutas de tu seguro sendero. 

Que te emociones, también deseo.
Que rías y también llores.
Será que sientes la vida llena,
viviendo sentidos y sintiendo amores. 

Y sobre todo, aunque no te lo creas
deseo que te desees,
para que el camino de tu esencia
envuelva a los que te rodeen.
 
 
 
FELIZ NAVIDAD PARA TODOS 
 

viernes, 14 de diciembre de 2012

Sube montañas


 
 
 
 
 
 
 
La tarde es fría y el asiento de terciopelo, cómodo.
Se ilumina el escenario al apagarse las luces de la sala,
mientras María, risueña, sube la montaña. 
.
En cada cambio de escenario, sonrío.
Los distintos vestuarios son espejos
en los que pareciera haberse detenido el tiempo.
La ingenuidad se palpa en las partículas de polvo
que recorren rincones y esquinas.
Según se suceden las escenas,
algo por dentro se me revoluciona
mientras mi máscara me esquiva. 
.
Las sensaciones supuran derroches de alegría,
plenitud y saciedad, en un atardecer invernal.
Sentada, canto y bailo comprendiendo
lo que estoy viviendo en ese preciso momento. 
.
Cuando termina la función
y a aplaudir se desgañita el público,
a llorar sin contenerme rompo,
y por vergüenza a miradas ajenas, oculto mis ojos. 
.
Perlas de alegría visitan mis mejillas,
hallando un camino de sonrisas
y un suspiro de templadas lágrimas… 
.
Y tarareo:
.
Sube montañas
sin desistir
sigue el arco iris
llegarás por fin...
.
.
.
.





 

viernes, 7 de diciembre de 2012

Como los árboles










En pocas semanas, el verano ha dado paso al invierno. El otoño, regalando a la tierra una preciosa alfombra de estrellas, ha corrido veloz entre húmedas jornadas y días de viento sur.

En apenas tres semanas, los árboles se han desnudado para prepararse a recibir la llegada del frío. Mientras tanto, las luces de Navidad comienzan a aparecer tímidas en algunos balcones y en los jardines y calles se ultima la colocación de los adornos que saciarán, en las oscuras noches de diciembre y enero, los rincones de la ciudad de resplandores.

Todo se vuelve a repetir cada año excepto esas experiencias que nos quedan por vivir como nuevas, muchas seguramente. Últimamente me he preguntado porque se me está convirtiendo la vida en algo tan fácil. Continuo peleando en muchos campos, estoy muy atareada…

Hace poco, viendo una película de esas anodinas que normalmente me aportan nadas, he encontrado la respuesta, ha venido sola.

Me he habituado a unas normas fijadas que me han resultado injustas y difíciles de entender, pero con el tiempo me he dado cuenta de que esas normas son muy distintas a las que yo podría adoptar.  Al acostumbrarme a esas normas, han dejado de ser tales, porque sencillamente no me pertenecen.

La melancolía, la tristeza y la amargura han desaparecido y continúo peleando teniendo en cuenta las normas de los demás, pero con mis propias directrices. La soledad me vive dentro y sé que lo hará siempre, porque ya no trato de ser entendida. Ahora es una sensación agradable y tranquila y verdaderamente siento que “no me lo puedo creer”.

Es como ese árbol que cada año, aunque pierda todas sus hojas, vuelve a renacer…