La curiosidad
habla por los poros de la piel.
Es como un
pequeño gorrión saltando
entre las
briznas de hierba
después de
abandonado el nido.
.
Como el inicio
de un viaje
que aportará
nuevas experiencias.
.
Como cuando
comes spaguettis por primera vez
y la tarea de
enrollarlos en el tenedor
es ardua y se
complica.
.
Como ese primer
beso que acaricia los labios.
.
Como el inicio
de la lectura de un libro.
¡Qué aventuras
traerá!
Como cada vez
que la mano toma la tinta
para deslizarla
en el papel
que abandonará
su blanca desnudez.
.
Esa curiosidad
de niño.
Esa inocencia
incomprendida…
¡Qué belleza!