miércoles, 31 de diciembre de 2008

Mucha vida



Termina un año que se va y comienza el que viene.
Preguntas: ¿Qué traerá?
Enigmas: ¿Qué se llevará?
El final del año que entra, atrapará respuestas.

Lo deseo para vivirlo entero, como quiera que se muestre.
Que traiga hermosas alegrías y chiquitinas penas,
felices encuentros y escasos desencuentros,
envueltos en valor para llevarlos mejor.

Y quiero vida, para sentirla intensa,
de esa que da escalofríos de tan amada,
con sueños por cumplir,
con batallas que pelear para llevar adelante
lo vital que es la vereda a recorrer.

¿Qué podría desear para todos?
Para seguiros sintiendo, para que sigáis siendo,
para que continuéis estando en un rincón
de esta existencia bañada en letras.

Vida, sólo eso, vida.

FELIZ CAMINO PARA EL NUEVO AÑO 2009

¡¡¡MUCHA VIDA!!!

domingo, 28 de diciembre de 2008

Entre lágrimas



Entre lágrimas, abrazada de muerte, vida.
Las flores, plenitud de tristeza que renueva los instantes
de amistades aturdidas, por trabajos y rutinas.

Tus ojos son un canto a mis ojos que te miran
y mientras se nublan tus pupilas
aguanto la mirada de tus miedos
perdidos en el triunfo del silencio.

Te siento y me sientes,
y encontrada en afán de compañía,
llora la muerte, ríe la vida.


miércoles, 24 de diciembre de 2008

Feliz Navidad



Aunque se me acaba de teñir de gris...
Aunque la realidad enseña su cara más amarga…
Aunque el camino en los próximos días será difícil…

Siempre guardo en el corazón una sonrisa para los que quiero, un cariño, un anhelo…

Mis mejores deseos para todos vosotros, llenos de campanas, alegrías, cascabeles que suenen y encuentros que os sacien de plenitud.

Y ante todo, sobre todo y por encima de todo, mucha salud.

FELIZ NAVIDAD

lunes, 22 de diciembre de 2008

Flor de Pascua




¡Qué Navidad más preciosa la de abrir la puerta,

y encontrarte una flor de Pascua

en las manos de un amigo!

jueves, 18 de diciembre de 2008

Viento



Pescadores, con los sedales apenas visibles de sus extensas cañas perdidos dentro del agua que envía destellos multicolores. El puerto, envuelto entre amenazantes nubes es presa de gran actividad a pesar de hallarse vacío de los grandes barcos que horas antes descargaban su pesca.
Ahora somos aficionados, buscando pasar una tarde agradable los que ocupamos las esquinas y nos apoyamos en los norays, mientras enganchados en los punzantes anzuelos, trozos de pan, lombrices y restos de pescado llenan las bocas de los atrevidos peces que sacian su hambre arriesgando su vida quizá sin saberlo.


A lo lejos se observan descargas eléctricas en el cielo, rayos zigzagueantes rompiendo como hoja de papel rasgada, el paisaje cargado de energía a punto de reventar. El olor a ozono arrebata impregnándolo todo. Nos damos cuenta de que la tormenta está más cerca de lo que parece pero como acabamos de llegar decidimos quedarnos.


De repente comienza a llover tan intenso que nos obliga a guarecernos bajo los voladizos de las lonjas, pero es tal la fuerza del viento que aún teniendo abierto el paraguas las gotas no resiste el feroz embate y traviesas, nos mojan la cara.


El espectáculo es magnífico. El agua del mar salpicada fuertemente se explaya mostrando las corrientes en su superficie. Parece que cambiase el color y la textura en las pequeñas crestas que se forman.


Se crean verdaderos ríos en la extensión antes plagada de pescadores, ríos que van a desembocar al revuelto mar en enormes cascadas. Pero el viento no lo permite y según comienza la caída libre, empuja hacia atrás el agua provocando una contracorriente sostenida por si misma en el aire mientras crea formas caprichosas e indefinibles.


Las nubes corriendo, los electrizantes rayos que no cesan de descargar su naranja energía y el viento dominante proporcionan una armonía apabullante que hace que nos retiremos a un refugio cercano desde el que, con un café caliente, seguimos contemplando la furia de la tormenta.


Es en esos momentos, cuando más me sorprende la naturaleza por si misma bella y exultante. Tranquilidad y sosiego pueden convertirse en un momento en anormal fuerza que sin duda bella también muestra otra manera de ofrecerse. El hecho de disfrutar de esta vertiente, no sólo de las tranquilas aguas, me transmite con más ilusión la alegría de estar viva, de poder apasionarme con lo que aprecio, de sentir que mi cuerpo se envuelve de especial contento ante lo que sin más es, una tormenta.


domingo, 14 de diciembre de 2008

¡Te ha tocado!




"nos"


¡Te ha tocado, pequeño! ¡Te ha tocado!
Hoy te ha tocado que confundan
y olviden tu nombre en revuelto de papeles,
arrinconando la ilusión entre butacas.

El hecho es que esperabas una llamada,
levantarte y acudir al escenario,
y entre fotografías y aplausos,
recoger tu ansiado regalo.

Te observaba, colorado,
pidiendo que nos fuéramos cuanto antes.
Rodeados de tanta gente,
tus ojos gritaban: ¿Por qué? ¿Por qué?
Te ha explicado el presidente
Que los errores, queramos o no, suceden.

Hoy te ha tocado llorar desconsolado mientras te decían:
Todo se arregla. Recibirás el premio en unos días.

¡Te ha tocado, pequeño!
¡Hoy te ha tocado!


jueves, 11 de diciembre de 2008

Para siempre



Hay cosas que se hacen para siempre.

Como recoger un montón de conchas
entre la arena de la playa
y guardarlas en una bolsita
en un cajón de la mesita de noche.

De donde sabes que no se irán nunca.


lunes, 8 de diciembre de 2008

Musgo



Me mojo.
Y mientras lo hago miro la perspectiva
de los árboles, uno tras otro, frente a mi.
Los han pintado de verde, me digo.
Y despacio, para no dar el cante,
(estoy trabajando),
paso acariciando el aterciopelado musgo.
La humedad se agolpa en las arrugas del tronco,
y cerrando los ojos la rozo.

lunes, 1 de diciembre de 2008

Proyectos



Hay proyectos, pequeñas delicadezas que me ocuparán la mente pero que ahora no tengo tiempo de realizar, porque tengo un ratón del que cuidar, al que atender, al que darle todo el tiempo del mundo para verle crecer con la energía que se merece recibir de mí.

Lo comentaba con una conocida y me decía que esperase a jubilarme para hacerlos. No esperaré tanto, hasta que el peque crezca y comience a necesitar durante menos tiempo mis atenciones.

Quizá estudiar, quizá cursos, quizá tantear otras posibilidades profesionales, no lo sé. Lo que si es verdad es que no esperaré a jubilarme, porque en muy poco tiempo a mi alrededor, personas con pocos más años que yo, han sido visitadas por el último mal, por ese que te lleva sin esfuerzo a vete a saber dónde.

Y ahí si que da lo mismo los deseos, ahí si que da lo mismo tener ganas de comerte el mundo, los sueños y toda la vida que has vivido, porque ahí todo tu mundo se muere contigo. Si hay vida después, quién sabe, pero hay cosas que quiero hacer que no me dejan quedarme sentada hasta que me jubile.

Cosas tiene la página blanca
que todavía me queda por llenar.
Libro extenso, camino incierto
amarrado al talle de mi cintura.
Cabe entender que el tiempo juega
con las pautas de la inconsciencia,
y cuando decide terminase de pronto,
retira al corazón el miedo a la lucha.
Mientras dure el alma en la vida,
recojo las mieles de mis triunfos
y a los fracasos e inconstantes
les doy una gran patada en el “ejem” trasero.

viernes, 28 de noviembre de 2008

Mis ojos se abrieron como platos



“No les digo por donde saqué a la abuelita porque seguro que no reeditarán el cuento”.

Mis ojos se abrieron como platos. Leí la frase una y otra vez. Comparando con la de otras semanas, la de ésta parecía terriblemente complicada. Mi imaginación que en ocasiones se desborda, estaba seca, como el riachuelo después de un estío caluroso. O como una estación de esquí sin nieve, castigada por la meteorología.
Allí sentada frente al ordenador, no se me ocurría de dónde podía sacar a la abuelita para comenzar el microcuento.

Pero un instante después el bolígrafo se lanzó, arremetiendo contra el papel para escribir:

“Mis ojos se abrieron como platos”…

martes, 25 de noviembre de 2008

Hablemos de amistad



En los últimos años, las experiencias que he vivido han sido la base para muchos cambios en mi manera de ver muchas cosas. No dejan de doler algunas, pero no guardo rencores, porque no merece la pena amargarme la existencia si lo que quiero es vivir el presente.

Pero si es verdad que para relacionarme con las personas, me he vuelto más cauta, más reflexiva y eso me ayuda enormemente a darle la vuelta a situaciones que, no tengo ninguna duda, son provocadas por exigirme demasiado, cuando tengo claro que no puedo exigir a los demás cosas que no quieren dar.

Por eso tengo muy pocos amigos.

No confundamos las cosas. Estáis vosotros con los que no hay ningún tipo de exigencia, porque vivís en otra ciudad, tenéis otra vida, totalmente ajena a mi día a día. Después están las personas, con las que tengo relaciones derivadas de la vida de todos los días, vecinos, compañeros, gente con la que tengo que tratar debido al trabajo. Mi familia, mi pareja que en los últimos tiempos me ha demostrado que está aquí para lo que haga falta, dándome sin condiciones. Y después están mis amigos.

Me sobran dedos de la mano para contar a mis amigos. Me sobran, pero me vale.

Son personas a las que acudiría sin dudarlo cuando tuviera un problema, que se que me van a escuchar y luego aconsejar. Y también son personas que cuando tienen un problema acuden a mí. Personas a las que puedo tratar con confianza porque siento esa confianza recíproca que entiendo, tiene que haber en este tipo de relación. Personas a las que veo con sus inseguridades, con sus angustias, con sus alegrías, con sus amarguras, con sus triunfos y sus miedos…

“¿De verdad quieres esa amistad? ¿O sólo quieres una de risas y fiestas? ¿O quieres la de “ tú me ayudas, pero yo no puedo hacerlo?" ¿O quieres la de “ yo soy una bella persona y no me enfado”? Aquí todos tenemos dos caras, el bien y el mal está en todos, y el mal ya lo he visto, por si no te enteras el tuyo, ya lo he visto.

¿Dónde están tus inseguridades? ¿Dónde están tus angustias? ¿Dónde están tus amarguras? ¿Dónde están tus miedos? Si no quieres compartirlos, si no quieres esa confianza, no hables de amistad. Hablaremos de juerga, risas y despiporre. Y hablaremos de ”pobrecita de mí, que siempre necesita tu ayuda, para solucionar mis problemas”.

Yo no podré exigirte muchas cosas, pero tampoco voy a exigírmelas yo.

¿De verdad quieres estar entre los que cuento con los dedos de la mano?

viernes, 21 de noviembre de 2008

¡Rompe, agua!



"nos"

¡Rompe agua, contra la roca! ¡Rompe!
¡Rompe en caricias saladas que me rasguen la piel!

¡ Juega con mi torso, roñoso y ferroso
que baila durante años, el mismo vaivén!

Ahí viene en olas, espuma de nácar,
cargado de viento, bañado de sal
juguete de rompecabezas que arma y desarma,
puzzle entre grietas de perlas y coral.

¡Agua! ¡Revienta en mi pecho
clavado en la roca que, por eternidades, te espera!

miércoles, 19 de noviembre de 2008

Un libro de poemas




Un libro de poemas.
Resulta monótono leerlo, triste y desconsolado.
No parece rizar entre los versos,
dichas y risas que confraternicen
con susurros y caricias de la piel.

¿Por qué suena tan patética su lectura?
¿No hay alegrías en la vida del poeta?
¿Es que entre realidades no hay ninguna
para llevar a lo alto de la sonora rima?

Devuelvo el libro casi como lo retiré
a la balda de la biblioteca.

Si lo que no quiero, viene sin buscarlo…
¿Para que buscarlo, si no lo quiero?



sábado, 15 de noviembre de 2008

¿Qué diríamos de este hombre?




Diríamos ver un alma extrema y tierna
escondida tras una aparente dureza.
Diríamos vislumbrar, tremenda grandeza
compartiendo alegrías, cultivando la tierra.
Diríamos ser quien no se calla
y sin cobardía, dice lo que piensa
con valentía, terquedad y franqueza.
Diríamos simpatía, bromista y consuelo
amigo de niños, buscador de sueños.

Ahora tus ojos se muestran cansados,
buscando descanso al tiempo pasado.
Aquí esperamos todos, que a pesar de ello,
encuentres nuevos caminos y sacies viejos anhelos
y que aunque de trabajar con nosotros dejas
deseamos que tu enorme corazón sepa,
que mayores y jóvenes, aquí te queremos,
José Luis ....., por colega y compañero.

miércoles, 12 de noviembre de 2008

Contenta


"nos"
Estoy contenta.
Y mucho.
Contenta de poder decir hasta aquí llego.
Aquí me paro.
Aquí me detengo.
Contenta de poder ver donde se encuentran mis límites.
De no tratar de buscar donde no tengo que buscar.
Contenta de haber hecho lo que llevaba días pensando.
Aunque tire por la borda muchas cosas.
Estoy contenta, muy contenta.
Quizá no me entiendas, pero es mi vida no la tuya,
y sin con algo no puedo, sencillamente, no puedo.

viernes, 7 de noviembre de 2008

Elección



"nos"


Redonda uva morada, achatada uva verde,
se elige aquella que encantada llena,
la que más gusta, la que más entrega
hallando la verdad que, en verdad, se quiere.

De bolas cargado ese racimo,
reclama la elección, el trazado camino
que la vida encuentra tras acotado nido
formado por ramas, plumitas y mimos.

Muere el que quiere, sin morir la vida,
corriendo el corazón abandona un latido
y rinde en la inconsciencia, travesía en ritmos,
de saltar de risas, de querer cariños.

Y hay quien vive tan intensamente,
que vivir viviendo es su único destino.
Vivir saltando, vivir brincando,
tul de equilibrios, de vientos y trinos.

¿Y tú? ¿Qué racimo escoges tú?

martes, 4 de noviembre de 2008

La pecera




"nos"


¿Qué sabéis vosotros que me observáis al otro lado del cristal?
¿Qué sentís sumergidos en decenas de litros de agua?
Juegos transparentes a los ojos, encuentran vigilantes
a sus movimientos de aleteos dorsales.
Tras la protección de sus mundos submarinos,
entre grises escondites y verdes plantas,
hallan lugar de suave dormitorio.
Ni Dios ni piedra se siente el alma.
Vive encontrada en una esquina
dónde entiende ciertos sentimientos
y renuncia a entender otros
que ya no hay que entender.
Pecera acuífera entre paredes de cristal
cuya esperanza renuncia a esperar.

Fácil mientras sepa nadar,
difícil supondrá una eternidad
si el cuerpo sumergirse no quiere.
Mas ya hace tiempo que bucea entre algas,
viviendo entre ellas, como una más.



sábado, 1 de noviembre de 2008

Tarde de otoño




¡Os vais, cual niño que ha crecido
buscando aventuras que vivir!

¡Os vais y desnudáis mi cuerpo
que os retuvo, danzarinas!

Dulce tarde de renovado otoño,
en armonía de decadencia encontrada,
de dicha colorida en revuelta caída.

¡Verde hierba que acurrucas en tu seno,
manta irisada de revoltosas ropas!

¡Cielo, hoy nublado, mañana azul,
cuyo ente se empieza a vislumbrar
tras mis ramas, asomando a demostrar
sin pudores sus encantos de uñas
rasgando al poderoso viento!

Por la noche se verán las estrellas
entre mis brazos, de luchar cansados
y que ahora algunos hombres podan
hasta retornar mis vestiduras de sombras
el próximo y seguro, nuevo año.

¡Hojas ocres, hojas granas,
hojas marrones, hojas naranjas!
¡Cuales flores de cientos multicolores,
vuelan a miles, cachitos del alma!



martes, 28 de octubre de 2008

Sin cortinas



Quito las cortinas de la ventana y limpio las dos, las cortinas y la ventana.
La ventana se queda sin cortinas hasta que se sequen.
Entra luz a través del cristal, tanta que me deslumbra.
Sentada en una banqueta, miro al exterior.
Las flores, la barandilla del balcón, la lluvia que todo lo moja, la casa de enfrente, la hierba del jardín…

Me miro observando lo que me rodea, lo que me envuelve. Me miro mirándolo todo con ansia, con especial atención. Me miro con esos ojos que se detienen en los montocitos que los gorriones han esparcido por el balcón. Les gusta visitarme y revolcarse en las macetas, esos piadores de caminos, nadadores de tierra.

También algún petirrojo suele pasearse por aquí, a comerse las migas que ha tirado el nieto de la vecina de arriba… Creo que está convencido que mis flores tienen hambre. A veces también tira patatas fritas.

La calle adornada de jardines, farolas, bancos y papeleras ofrecen más motivos para seguir mirando. Y la gente… La gente que pasea sus sueños por las esquinas, unos montados en bicicleta, otros recorriendo el camino hacia casa. Sale un perro corriendo de un rincón y su dueño le grita. ¡Vuelve aquí! Y el perro vuelve meneando el rabo.

Por un momento pienso en no volver a poner las cortinas, en dejarlas olvidadas en una balda, pero a la hora en que aparece la luna, mi cocina sería el escaparate de todos los vecinos.

¡Qué maravilla tener estos ojos que todo lo quieren ver!


viernes, 24 de octubre de 2008

De mis memorias



La malvada hipotenusa capturó a Pi. Lo agarró por el pescuezo y se metió en su casa. Abandoné el refugio de mi escondite tras el pozo, decidido a recuperarlo. Podía escuchar a la bruja de la vecina despotricando. No podía hacer nada. Me esperaba lo peor. De repente, se abrió la puerta y allí apareció Pi, con medio cuerpo rasurado, pintado de rojo y con un lazo atado en la cola. Mientras lo miraba, me vino a la cabeza la imagen de mi padre cagándose en lo más barrido.

Mi ratón era republicano.

martes, 21 de octubre de 2008

Vuela el viento




En el centro de la ciudad,
se pasea el viento.

A alguien se le ha escapado el periódico
y él se lo ha llevado de paseo.
Juega con las hojas, dibujando tirabuzones
con las letras impresas en el papel.
La carretera es un torbellino de sensaciones
que se reflejan en el aire.
Dibujo de la cultura
arremolinada por las esquinas.

En el centro de la ciudad,
vuela el viento.


sábado, 18 de octubre de 2008

Equilibrio




Alcanzo el mismo borde
de un todo absoluto o de la nada.
Lo rodeo, lo paladeo
y acaricio el infinito eterno
o un profundo agujero negro.
Hoy, sin ahondar demasiado, crezco
y mañana sin siquiera buscarlo, pierdo.

La vida me sale a borbotones,
pero hallo un encontrado remanso
para esas bravas aguas que envolverme quieren.
Un equilibrio en el que alejo los blancos y negros
de la cumbre de mi existencia.

En cada instante, en cada suspiro
que por la mente transcurre,
traslado la enseñanza de un día a otro,
aprendiendo y meciendo, lo que entiendo
cuna de mi felicidad.

Ese equilibrio...


miércoles, 15 de octubre de 2008

Rabia


Rabiosa. Si, estoy rabiosa.

Se ha jubilado un compañero. Una persona con carisma, que a mi modo de ver podría arrastrar a muchas, con su manera de ser, de hablar. Una persona que a mí concretamente, me hace reír y mucho. Que ha entrado en mi casa y se ha sentado en mi mesa. Vamos que a mi me llena muchísimo.

Y decidimos hacerle una despedida, pero como siempre se encargan los de siempre, y como siempre los de siempre critican a los que se encargan de organizarlo todo.

Hace años se me ocurrió organizar un par de cenas y al final salí escaldada y dejé el tema y como siempre hay alguno tratando de recordarme que ya no organizo cenas. Pero se da el caso de que andas los últimos días llamando continuamente al restaurante, porque se han apuntado cinco hoy, pero resulta que mañana se borran tres porque se han apuntado los cinco de antes. Como niños pequeños.

El caso es que ahora, como siempre somos los mismos los que tomamos las riendas de todo. Y ya han empezado las críticas.

Que el partido de fútbol que se va a jugar, tenía que haberse hecho en campo pequeño, que como van a correr tanto. Que el menú es demasiado caro. Que menudo regalo de mierda se le va a hacer. Que la manera de recoger el dinero para comprar el regalo no es la correcta. Que si la fecha que se ha puesto para la cena imposibilita a algunos para venir.

Hasta han llegado a acusar de partidismo, porque si se pone en esa fecha, uno que no se habla con otro que no puede ir, irá sin problemas, cuando se ha organizado en el día que nos indicó el homenajeado.

Eso si, los que critican son los que nunca hacen nada, los que no toman parte en la organización de la historia, pero son los que si montan sus cenas en grupitos, juntándose con sus colegas, cuando esta cena es para todos los que puedan o quieran ir. Son los que aportan ideas cuando ya está el chiringuito montado y entonces como ya está todo liado no pueden echar marcha atrás.

Respecto a lo que a mí me toca, llevo el tema del regalo y lo único que se es que lo estoy haciendo todo lo mejor que puedo. El que se queda sentado y se limita a dar el dinero creo que no tiene ni idea del lío que supone. Para conseguir unas firmas, estoy moviendo a terceras personas que ni siquiera conozco y que moverán a unas cuartas que a su vez moverán a unas quintas.

Eso si luego viene el espabilado de turno diciendo que se va a hacer con el dinero que sobre (que seguramente se gastará en la cena). El gracioso que se permite comprarse el supercochazo moda, pero que luego te pelea por diez cochinos euros.

Rabiosa, si. Rabiosa de tanta hipocresía.

domingo, 12 de octubre de 2008

En el patio de la escalera



"nos"


Encajada luz entre cuatro paredes,
diría que hago atontada mirando,
engastada cerámica en sarta de redes.

Vestido de azulejos, colores azules
con ventanas de madera por compañía
vive ensimismado el patio de luces.

Subo escaleras, seis o cinco pisos
acariciando la barandilla aterciopelada
en redondez de ascensión catenaria
que asciende hasta el precioso desván.

Me siento en un escalón de frío mármol,
pensando en las horas eternas que durará
en el cuento de la vida, mi alargada visita.

Reflejo en cada reflejo
de brillantes, transparentes espejos
en los que hace tiempo me observo.


jueves, 9 de octubre de 2008

Sin exigencia




"Peio Etxekar"




Necesito comprar un poco de verdura. Hace buen tiempo y decido coger la bicicleta. Mientras pedaleo disfruto de las hojas de los árboles balanceándose con el viento, de los jardines llenos de flores. Paso de largo, dejo la tienda olvidada pensando en visitar el mar. Recorro el camino junto a la playa. Asomando frente a mis ojos, dos o tres mástiles juegan con la marea.

Abandono la bicicleta junto al muro, en el rompeolas y centró la mirada en un horizonte que me atrapa, que puedo tocar con la punta de mis dedos. Las olas lamen las atrevidas rocas que se ofrecen, galantes, para ser acariciadas por la salobre agua. Y mi piel se cubre de infinidad de gotitas. Como si me hubiera inyectado en vena con sólo sentir el mar.

Chupeteo mi mano y la siento libre, como esa agua que rompe sobre la roca, como el sonido que se escurre entre los recovecos de su destino. Es libre y con el tiempo se cubrirá de experiencia y de vivencias, de las que yo elija, de las que me ofrezcan el mundo y tú que me lees.

He de volver y retorno por el mismo camino. Compro la verdura que necesitaba y me dirijo a casa. Pero algo pasa. El paso es estrecho y viene alguien de frente. Decido subir a la acera mientras sopeso cómo he de hacerlo. Cruza la rueda porque sino patinará contra el bordillo. Pero no lo hago y sucede lo que pensaba que podía suceder. Me doy el morrazo padre, mi rodilla termina golpeada contra las baldosas de la acera. La cesta en la que iba depositada la verdura termina hecha un churro y los tomates salen corriendo. La persona a la que le cedía el paso, ni se para, aunque verdaderamente mi preocupación es recoger también los puerros y la lechuga. El pan se ha partido, un trabajo que me ahorro cuando llegue a casa.

Después de curar mi rodilla pienso en mi visita al mar. La sensación me asoma humedad sin exigencia. Sin exigencia a la que se exige demasiado, porque mientras menos exijo a los demás, más me exijo yo.


Y de verdad, en ocasiones me pregunto si merece la pena exigirme tanto.



martes, 7 de octubre de 2008

6 de octubre = Ternura


"nos"


Ayer fue uno de esos días. Uno de esos días en los que los recuerdos se reúnen para sentir que estás tan viva como en ese mismo instante, hace nueve años.

Las contracciones que parecían no tener fin, la entrada en el paritorio para después salir corriendo al quirófano porque él era muy grande y no quería salir. Y cuando por fin pude verle y tenerle en brazos mientras no paraba de llorar buscando comida, se me llenó el alma de una ternura tan grande que todavía no se me termina.

El pequeñito que tomé en mis brazos, es ya un muchachito que continúa haciendo muchas preguntas para las que no tengo respuesta, porque todo lo quiere saber. Y cada vez que llega la fecha yo creo que, aunque soy una besucona increíble, él se pregunta porque le achucho más.

Y es que esa sensación no se te va de la cabeza, y lo siento como si lo viviera de nuevo. Le abrazo y le acuno y él se deja llevar apoyando la cabeza en mi hombro y a mí se me escapan las lágrimas y cuando se aparta me pregunta porque lloro.

Yo no se si me entiende lo que le pretendo explicar:

-“Es que hace nueve años que saliste de mi tripa y es como si también fuera mi cumpleaños”.

Me abraza y me dice que me quiere mucho.

-“Y yo a ti también, rey, yo a ti también”.


sábado, 4 de octubre de 2008

Regreso



Enfermo durante meses, no podían dejar de alimentarle a pesar de que ello pudiera acelerar su final. Cada vez que trataban de darle un descanso, se desvanecía desfragmentado y tenían que recomponer de nuevo su esqueleto maltrecho.
Pero sucedió que tras merecidas vacaciones, no supo volver a reiniciarse.

Así que acabó en el taller, rodeado de otros tantos que como él, esperaban medicinas a sus males. La bios descompuesta, el disco duro comenzaba a deshacerse a cachitos y entre ellos saltaba la información montando unos líos tremendos. Le abrieron las tripas y le recompusieron los intestinos, arreglando aquí un cable, allí un no sé qué.

Aún con un ligero dolor en el intersticio del puerto USB, volvió a casa y se encontró con la rutina del día a día.

“Creo que me están volviendo a usar para escribir poemas. ¡A ver si me estropeo de nuevo!”

miércoles, 24 de septiembre de 2008

Gaudí


"nos"
Trece años tenía, el día que aquella niña
atravesó con sus pies, el Paseo de Gracia.
Trece años, en los que la vida comenzaba
a soñar cuentos de cielos y miradas.
Y deseo subir a la cima de la fachada
adornada de curvas y cientos de vainas,
para acariciar a eternos soldados
cuyos entes guerreros, vivían en el tejado.

Han pasado veinticinco años
y hoy la niña vestida de flores,
cruza el patio de luces, encantado
de encontrar admiradora de tantos días.
Veinticinco por trescientos sesenta y cinco
más de los que hubo bisiestos, unos cuantos.

Y rodea las enormes chimeneas,
sobando la exquisita porcelana rota
que un hombre proyectó en arcoiris de color,
disfrutando poder vivir un divino sueño
robado al esquivo y difuso tiempo:
La armonía y fantasía sentida por aquel ser
de poblada barba blanca.

lunes, 15 de septiembre de 2008

Locura



Oigo música y los pies se mueven sin descanso,
y sólo cuando mi cabeza se revuelve
asustada del mareo al que la someto,
detengo mi saltarín andar.

En esos momentos de bailarina locura,
es cuando más cuerda me siento.

viernes, 12 de septiembre de 2008

Pensando en poesía



Resulta la mano bajo la cara,
apoyada en quietud y continuada cadena,
un afán de destripar la inconstancia de anhelos,
arrastrados entre toallas y pies bajo la arena.

Vuelve la oscuridad del año, atrayendo al día,
recogimiento de ojos que suspiran
en cada curso, de inicio en septiembre,
desde pasado tiempo, rajado mi vientre.

Cansada de sol la piel encuentra, pegajosa,
adheridos entre sus diminutos poros,
curiosidades rimadas y versos intactos,
deseosos de la luz que atrapa el otoño.

Abro mi interior a la amada poesía,
que el verano obliga a ralentizar.
Relatos breves, entre cigarras y hormigas,
brillante luciérnaga que deseo mimar.

sábado, 30 de agosto de 2008

Vacaciones

Bueno, como todos los años, me ausento unos días.

A los que me seguís, espero encontraros a la vuelta.

Besos

jueves, 28 de agosto de 2008

Mejor el dragón que mamá



- "Mejor el dragón que mamá” - le dijo.
- ¿Y ella lo sabe? - le preguntó Carlos.
- Quizá. Voy a comer a casa y ahora se lo comentaré - respondió.
- ¡Que te sea leve! – se despidió.

Mientras subía las escaleras, pensaba que no sería tan grave como suponía su hermano, pero al abrirse la puerta se dio cuenta de que ella ya lo sabía. Una mirada llena de reproches y el portazo a continuación, le confirmó el enfado de su madre. Llamó al timbre varias veces sin obtener respuesta mientras exclamaba:

- ¡Sólo es el título de mi nuevo disco!

martes, 26 de agosto de 2008

Entre piedras


"nos"

Caminos rodeados de piedras
son alpargatas de tus suelas.

Mochila al hombro desciendes
después de subir pendientes.

Con tu futuro asido de la mano,
al que ayudas a regresar lo andado.

Encontrada una vida, continúas
en ardid de peleas y bravas aguas,
que entre imponentes picos, escaparse quiere.

Caminas, y tus pasos sigo detrás.


viernes, 22 de agosto de 2008

Sentidos




Abro los ojos, cierro los ojos.
Y en cada parpadeo, siento.

Siento ver, paladeo, cientos de personas
a mi vera rozarse, al lado pasar.

Un helado gotea, trata de caer al suelo,
mas la pericia de una boca
le abre otro camino más certero.

Escucho notas timbradas, gritos, risas
que taladran el oído cuanto más cerca
repican sus alegrías y sus penas.

Y huelo a verano caliente,
cuya catadura trae quemaduras
traídas de bola de fuego ardiente.

Siento sentidos que mis ojos huelen
roce crujiente de aromoso sabor.



martes, 19 de agosto de 2008

¡Manzano!



Cargado de fruto
En la inconsciencia de su crecimiento
Se halla el manzano.

Entre muérdagos verdosos,
Rellano de cierto futuro,
Que a casa traerá relleno el frutero.

Carnoso estallido de jugo en la boca
Del hurto de mi mano al árbol.
Lengua libidinosa retorciendo en deseo colmado,
Trozos compactos de manzana verde.
Muerdo, araño su piel con los dientes
Y grito al espacio y a quien quiera oírme:

¡Manzano, manzano, manzano!

lunes, 18 de agosto de 2008

Realidad



ACEPTADA LA REALIDAD,

LA VIDA RESULTA MÁS FÁCIL.

jueves, 14 de agosto de 2008

Entre buitres



Soy un pedazo de goma. Podían haberme utilizado como de bolsa o mezclado con otra cantidad más grande de materia haber sido una caja de cds. Al final, me dieron las características esenciales para ser un pedazo de goma de color azul, dispuesto para llenar de ilusiones la vida de los niños.


Un globo, si. Mi vida es relativamente corta pero muy intensa. Después de elaborarme colocaron en mi superficie logotipos, letras, propaganda. Al terminar el proceso de manufacturación, salí de la fábrica rodeado de otros cientos de globos, colegas, todos metidos en bolsas hasta nuestro lugar de destino. Espachurrados, goma contra goma, mientras esperábamos ansiosos conocer cual sería el destino que nos aguardaba. A algunos nos inflaban para dejar que nuestros hinchados cuerpos se despidieran de la superficie de la tierra, volando por el alto cielo entre nubes, para después, cuando se nos terminaba el gas, caer como lo hacen las heces de los pájaros que no tienen impedimento para seguir volando excepto por el cansancio que pudieran albergar.

Hace poco que me han inflado, al inicio de las fiestas del pueblo y me han llevado al momento en que comienzan los eventos que duran siete días. Al verme muchos niños, vinieron corriendo detrás de mis compañeros y yo mismo, deseosos de poseer alguno.

La chica que nos trasladaba no paró hasta llegar al mismo centro de la marabunta de gente esperando el cañonazo.

Al detenerse, sucedió algo curioso. Los que nos vieron a su lado, se comportaron como si fueran buitres, aves de rapiña. Todos alrededor, nos sujetaron, nos agarraron esperando llevarnos con ellos. La chica no podía defenderse, llevaba todos los globos sujetos con esas cintas que se utilizan para llevar los teléfonos móviles. Comenzaron a llevarse los globos con violencia, sin importar a quien hacían daño.

Desde mi posición, sentí gran impotencia, sobre todo al observar a unos pocos niños llorando, alzando sus manitas. Sobretodo, me fijé en uno al que su madre protegía con los brazos diciéndole que se olvidará del globo. El pequeño gritaba reclamándome y ella alzaba la voz, aludiendo a la poca vergüenza que tenían los buitres. Porque eso eran, buitres.

Sólo quedábamos tres globos en la mano de la chica y los tres ya sujetos, por las manos de sus futuros dueños. Entonces apareció un chico del grupo que organizaba el reparto y obligó a uno de los buitres a soltarme. La madre del niño que lloraba le miró, pero no se atrevió a decir nada, aunque se que por dentro gritaba que me diera al pequeño. Y como si le hubiera leído el pensamiento, aquel chico se lo dio. Continuó llorando un buen rato, casi media hora y su madre lo abrazaba llorando también.

Me paseó orgulloso por toda la ciudad, contento y feliz.

Me he desinflado en su habitación, el gas se ha ido. Pero me han llenado de aire y alubias. Parezco unas maracas.

Mi vida es corta pero muy interesante. Me inflo y me desinflo y ahora, en las manos de un niño, hago ruido.

domingo, 10 de agosto de 2008

Tierno gorila


Gorila




Lince ibérico


"nos"

Haces como que no miras, pero me ves.
Tras el cristal vacías de hojas
esa rama que en la mano transportas.

Todavía en aclimatación, como en su día
el lince tras las rejas semioculto,
en todo su esplendor luce conjunto,
macho y hembra, entre hierbas ronronean.

Te escondes entre hojarasca de rico sabor
y ante ti, acuclillo mi osamenta.
Observarte a tu nivel, tierno gorila,
llena de realidades ahora mi salida.

La próxima vez que venga a verte,
espero encontrarte a cielo abierto,
para sentirte loco de sensaciones plenas
cuando tu pelo acaricie el alocado viento.

jueves, 7 de agosto de 2008

Para ser con sólo vivir



Perdí la noción de los días, de las semanas, del tiempo. No volví a pedir que me llevaran de vuelta al jeep. Parecía inútil, y además estaba sucediendo algo. Obraban de acuerdo a un plan. Pero era evidente que en aquel momento no se me permitía saber de qué se trataba. Continuamente ponían a prueba mi fuerza, mis reacciones, mis creencias, pero yo no sabía la razón, y me preguntaba si personas que no sabían leer ni escribir tendrían otro método para evaluar los progresos de sus alumnos.

¡Algunos días la arena se ponía tan caliente que yo olía literalmente mis pies! Chisporroteaban como hamburguesas friéndose en la sartén. Cuando se me secaron las ampollas y se endurecieron, empezó a formarse una especie de pezuña…


… Empecé a apreciar mi capacidad de recuperación tras una noche de sueño, en lugar de darla por supuesta, y el hecho de que en realidad bastarán unos pocos sorbos de agua para apagar la sed, así como toda la gama de sabores desde el dulce hasta el amargo. Durante toda mi vida me habían estado hablando de seguridad en el trabajo, de la necesidad de construirse un parapeto para protegerse de la inflación comprando bienes raíces y ahorrando para la jubilación. En el desierto la única seguridad era el cielo infalible de amanecer y ocaso. Me asombraba que la raza más insegura del mundo según mi criterio no pareciera de úlceras, hipertensión ni enfermedades cardiovasculares.

Empecé a descubrir la belleza y la armonía de toda la vida en las más extrañas visiones. En un nido de serpientes, unas doscientas quizá, cada una con un diámetro del tamaño de mi pulgar; zigzagueaban entrando y saliendo como si dibujarán la superficie de un jarrón ornamental de un museo. Siempre he detestado las serpientes, pero entonces las veía como necesarias para la supervivencia de nuestro grupo de viajeros, y criaturas tan difíciles de aceptar cariñosamente que se han convertido en objetos del arte y la religión. Nunca hubiera concebido la idea de sentir impaciencia por comer carne ahumada de serpiente y mucho menos cruda, pero llegó un momento en que ocurrió. Aprendí que el agua aportada por cualquier alimento puede tener un valor precioso…


…Algunas noches nos tumbábamos en el suelo formando un único círculo para conseguir un mejor uso de nuestras pieles, pues el apiñamiento parecía mantener y transmitir el calor del cuerpo con mayor eficacia. Cavábamos hoyos en la arena para echar dentro ascuas ardientes y luego arena por encima. Colocábamos en el suelo la mitad de las piles y nos tapábamos con la otra mitad. Los huecos se compartían de dos en dos. Todos los pies se juntaban en el centro.

Recuerdo haber escudriñado el vasto cielo, con las manos apoyadas en el mentón. Notaba la esencia de la maravillosa gente que me rodeaba, pura, inocente y afectuosa. Aquel círculo de seres vivientes en forma de margarita, con fuegos diminutos entre cada dos cuerpos, constituía sin duda una asombrosa visión para quien nos observará desde el espacio.

Parecía que se tocaban tan sólo con los dedos de los pies, pero día a día aprendí que su conciencia había estado en contacto con la conciencia universal desde siempre.
Empezaba a comprender por qué sentían sinceramente que yo era una Mutante, y yo era igualmente sincera en mi gratitud por la oportunidad de despertar que me concedían.

Extraído del libro Las voces del desierto de Marlo Morgan.

EGO-AMOR



CUANDO CRECE TU AMOR, APARECE MI EGOISMO.
CUANDO ASOMA TU EGO, HA DE AUPARSE MI AMOR.

lunes, 4 de agosto de 2008

El perrito




Aquel perro había nacido enfermo. Sus patas delanteras no crecían al ritmo de las traseras y resultaron atrofiadas. Podía haber sido desahuciado pero lo recogieron y cuidaron hasta que creció.

Lo he conocido hace poco, en un paseo junto al mar, recorriendo las curvas que ese gran dueño de la costa ha permitido construir al ser humano.

Allí iba aquel perrito acompañado de su dueña y de otro perro. Y como corría. En sus patas delanteras le habían colocado un artilugio del que colgaban dos ruedas en paralelo, todo ello sujeto con cinchas al cuerpo del animal.

Iban delante y nosotros admirábamos a aquel pequeñito, al que la dirección se le desviaba tenía que corregirla continuamente. Parecía que corría de un lado al otro de la acera, pero su movimiento se convertía en breves quiebros que le hacían volver a la dirección que deseaba. Nos adelantaron ya que la dueña y quien la acompañaba pedaleaban en bicicleta. Cuando llegamos a alcanzarlos, se habían detenido y le estaban retirando al perrito las cinchas.

Continuamos camino, dejándolos detrás y disfrutando de otras maravillas. La costa. Un mar que acaricia en un torbellino de corrientes las grises rocas que el hombre ha depositado en sus orillas. El monte. Un manto verde que la envuelve entre hierba, arbustos y árboles. El sol. Apoyando en la superficie del mar su reflejo dorado…

A la vuelta los volvimos a encontrar, abajo, en las rocas. Allí estaba el perrito, subido a una roca en la misma posición en la que estaría un canguro, mientras las olas le lamían las patas traseras.
Su vida convertida en agua, ese agua que se adapta a todo recipiente en el que sea trasladada, como la vida de aquel perrito. Y que seguro está disfrutando.
¡Había que verlo dando saltitos!

viernes, 1 de agosto de 2008

Entre remolinos



Cierro los ojos y vuelvo a abrirlos,
rodeada de agua.
Agua que me envuelve, agua que me mima.

Andas correteando a mi alrededor,
entre las rocas que nos protegen de la marea,
donde hallamos un mundo de pequeños sueños,
Mejillones entre algas mientras se esconde un cangrejo
al llevar mi mano al agujero donde descansa su cuerpo.

Remolinos creados por la acción del salabardo,
Que arrastra y recoge lo que encuentra al lado.
Gritas, pequeño juguetón en aire descontrolado
al comprobar en cada pase lo que al cubo traigo.

Me robas la red comenzando a agitarla,
Metiendo en el agua tus anhelos de plata
y retornas en gritos, los rizos al viento
cuando elevas a lo alto tu especial contento.

Saltan las quisquillas en el cubilete rojo,
peces transparentes y cangrejos cojos.
Te acerco a mis sueños, alma de mi alma,
que disfrutamos juntos al despertar el alba.

martes, 29 de julio de 2008

CAMINO


"NO SUEÑES TU VIDA....MEJOR VIVE TU SUEÑO"

Ma. Bárbara.

domingo, 27 de julio de 2008

Reconocer el miedo



Reconocer el miedo… ¿Por qué no hacerlo? Se puede tener miedo a sinfines de situaciones, momentos, encuentros, desencuentros… El miedo paraliza o ayuda. Se le puede dejar actuar y entonces eres una tabla bien barnizada por la que resbala todo y que nunca se moja porque te obliga a no actuar o por el contrario te apoya, insistiendo una y otra vez para que te relajes y trabajes.

Sólo cada uno sabe a que le tiene miedo. Sólo cada uno alberga dentro de si lo que le provoca esa sensación que se basa en lo que antes ha sucedido. Igual estoy pensando en algo que para otro es una tontería, pero es mi miedo.

Puedo arriesgarme y lo hago, pero el miedo sigue estando ahí, pávido, amenazante, advirtiendo una y otra vez de los límites. Sé cual es y que no hay ninguna situación real y actual que me provoque poseerlo, pero está… Aunque también se que es lo que tengo que hacer si llegado el momento, se presenta la ocasión de enfrentarlo. Creo que es más la duda de si el trabajo que he hecho ha sido suficiente para que cuando suceda, le gane la partida.

Hoy lo he enfrentado y he ganado, pero me gustaría sentirme ganadora si las cosas no salen como espero, en cada momento, en las situaciones que me de la vida…


miércoles, 23 de julio de 2008

Círculos



Sensación de caminar en círculo.
Como viviendo ciclos.
En la cama de fabricar sueños,
avanzo inexorable a mi destino.
Pero cambian, se transforman
y lo que antes era primordial, ahora no lo es.
Porque ya no son sueños, ya no se ni lo que son.
Y el mundo me engaña a cada paso y yo
le miento para que no me reconozca
dentro de mi propia inmundicia.
Y comenzaré de nuevo, por otro camino,
por otro sendero, donde la sinceridad
estará igualmente escondida
en afán de conseguir lo incierto.
Me abriré cual flor en primavera,
desnudando de frío invierno,
la esperanza de la soledad
que me calienta y da cobijo
a un alma que quisiera gritar
lo que nunca gritará.

Calidez entre silencios.

domingo, 20 de julio de 2008

Con todos los sacramentos


Menú del día, baratito, bien buscado entre unos cuantos. Deslizo la vista entre los platos a elegir. Pediré ensalada como siempre y algo a la plancha, no se, un filete o pescado. Para terminar una fruta…
Pero algo me dice que no, algo me dice que quiero recordar viejos tiempos y pregunto:

- El cocido montañés. ¿Qué ingredientes lleva?
- Alubia blanca con berza, chorizo, morcilla de arroz y panceta.

Me gusta mirar lo que como, no pasarme demasiado con las grasas, pero me vienen a la cabeza las peroladas que preparaba mi madre con todos los sacramentos y lo que me encantaba disfrutar de aquella explosiva comida.


- ¡Qué demonios! ¡Me lo como y fuera!...

Uno de mis chicos pretende robarme el chorizo, mientras el otro se tapa la nariz del asco que le da el olor.

- ¡Todos los sacramentos! ¡Ay, bendito! ¡Esto esta de muerte!

A la vuelta, sobre las ocho de la tarde, dentro del coche, venía toda la orquesta al completo con trombones y trompetas, flautas y clarinetes como protagonistas y un perfume delicioso… De esos que te cagas por las patas… Ja, ja, ja.

miércoles, 16 de julio de 2008

Aquel árbol



"nos"


Recogió alambre y lo partió en trozos
y empezó a distribuirlo entre sus ramas.
Desde que lo plantó, aquel mismo día
conformó de aquel tronco, capricho de vida.

Pequeño engendro de hierros retorcido,
Renunció a crecer libre por tijeras podado
Por su dueño, señor y portador de leyes,
Cuyo deseo asomaba crueldades de la mano.

Cansado de tanto ahogarse por lo que fuera pasaba,
El árbol a sus raíces comenzó a observar,
Lo que debajo vivía en armonía con todo
Y que con tanto alambre se olvidó de amar.

Al poco tiempo, aquel árbol casi extinto
De su fuero interno, abierto comenzó a brotar
Apabullando con sus hojas la fachada de la casa
Mostrando lo que por dentro podía enseñar.

Ahora lo admiran todos los que a su vera pasan
Cargado de peras saciadas de jugo y agua.
Hojas, raíces, tronco, frutas y ramas
Vegetal de dulzura, árbol de dulce cama.


sábado, 12 de julio de 2008

Herramientas




Abro la caja de las herramientas. Escudriño dentro. Me parece que toca utilizar alguna. He decidido coger el taladro entre las manos. Lo pongo en marcha y me planteo donde situar la broca, aunque al final el sitio es lo de menos, lo importante es hacer el agujero.

Ya está, ha sido fácil porque lo deseo.

Recurro a la caja otra vez. En distintos compartimentos, hay tornillos, tuercas, alegría, arandelas, rebeldía, unos tacos, enfado, clavos… Tengo que pensar muy bien lo que elijo, no vaya a ser que me equivoqué y entonces monto un belén que no está en los escritos.

Creo que tengo que coger un poco de enfado, si me vendrá bien, hoy toca enfadarme. El agujero no es muy grande, así que lo lío como un cigarro y lo introduzco con cuidado. Tampoco puedo abusar, que estar demasiado tiempo enfadada no es bueno. No puedo cerrar el agujero todavía, un poco de sentido común no me causaría problemas. Me parece que una buena dosis estaría muy bien.

Es suficiente, me enfado conmigo y luego me ayudo un poco….

Me gusta mi caja de herramientas.

miércoles, 9 de julio de 2008

De rebote



He prometido escribir algo que se que me va a doler. Quizá no debiera, pero pudiera ser que con ello, logre ayudar a alguien que no conozco, aunque en el fondo si conozco. Es como observar mi pasado de lejos, muy lejos, pero es el pasado que me ha hecho como soy.


Si no hubiera sido el que me ha dirigido hasta aquí, sería distinta, otra persona, igual más preocupada en cosas superfluas, vanas, aunque se que mucha gente que me ve de fuera piensa eso... Me importa menos de lo pudiera parecer.


No remover, buscar nada, sólo contar lo que sucedió. Llegará de forma anónima, extraña, pero lo que si trataré, será descubrir como me sentía al verla tirando su vida y de rebote la mía. Por si vale para algo...

domingo, 6 de julio de 2008

Presente



Como una alergia reincidente
el pasado asoma estado presente.
Grano aparecido entre pliegues,
avisa de la experiencia de la mente.

Vivencia de la rutina actualidad,
no reside en lo antes sucedido,
mas escupe de él, sabiduría digna
en encuentro de suspiros y desafíos.

Son palabras, sólo amenas palabras
las que en el hoy convencerme tratan,
de las creencias del tú y no del mío,
que en el ahora no valen ni arrebatan.

Porque soy yo la que vive conmigo.