- "Mejor el dragón que mamá” - le dijo.
- ¿Y ella lo sabe? - le preguntó Carlos.
- Quizá. Voy a comer a casa y ahora se lo comentaré - respondió.
- ¡Que te sea leve! – se despidió.
Mientras subía las escaleras, pensaba que no sería tan grave como suponía su hermano, pero al abrirse la puerta se dio cuenta de que ella ya lo sabía. Una mirada llena de reproches y el portazo a continuación, le confirmó el enfado de su madre. Llamó al timbre varias veces sin obtener respuesta mientras exclamaba:
- ¡Sólo es el título de mi nuevo disco!
- ¿Y ella lo sabe? - le preguntó Carlos.
- Quizá. Voy a comer a casa y ahora se lo comentaré - respondió.
- ¡Que te sea leve! – se despidió.
Mientras subía las escaleras, pensaba que no sería tan grave como suponía su hermano, pero al abrirse la puerta se dio cuenta de que ella ya lo sabía. Una mirada llena de reproches y el portazo a continuación, le confirmó el enfado de su madre. Llamó al timbre varias veces sin obtener respuesta mientras exclamaba:
- ¡Sólo es el título de mi nuevo disco!
2 comentarios:
Jajaja, pero ¿tú crees que habrá un disco que se llame así? Aunque sólo sea porque la madre se come a quien sea (yo lo haría, ;))
Besitos.
Bueno, fue un poco complicado escribir esta historia. Es un concurso de microrrelatos al que me suelo presentar, por si algún día suena la flauta. La dificultad es que te dan la primera frase para empezar.
Besos
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