Cuido de que esa sombra que se proyecta
en los recovecos de la soledad,
siga allí, entre cuatro paredes
de cemento y hielo escurridiza.
La obligo a mantenerse en silencio,
entre respiraciones y adioses,
madurando este camino nuevo
de brillantes estrellas y caracoles.
Viendo la realidad de frente,
es la elección la que decide,
podría ser una punta vengativa en vórtice
de agravios y comparaciones.
Pero, ¿es eso lo que quiero?
Ser lo que me han dado, puedo.
Mas, ¿acaso lo merezco?
Callada, la boca siente a veces
llorar la garganta, de trauma dolida.
Rencor, no, porque no lo merecen,
las personas que, con su cruel ofensa, hieren.
4 comentarios:
A veces, envidio a los que lloran, ya que pueden hacerlo...
Hay personas que no merecen ni nuestro rencor, tan bajo están en nuestro horizonte.
Anda, animate
Abrazos
trini: No te preocupes que no hay problema. Escribí este poema hace mucho tiempo. Lo que pasa es que a veces no tengo tiempo para escribir y utilizo escritos antiguos.
Llorar... Creo que es bueno. Ayuda a descargar tensiones, a liberar angustias. Siento en mi llanto reconocer todo mi ser, es decir, que también soy esa parte de mí y no trato de ocultármelo. A mí me ayuda...
Besitos, guapa
Pues yo OJo de Fuego entiendo ese sentimiento, sea pasado o presente o futuro..
pero lo importante al menos para mi..
es darme cuenta de que partes mias, son parecidas a las del enemigo, ahí esta el quíd, que quita las rabias...
internas.
Besos..
estrella altair: No niego mis sentimientos, es más creo que es muy perjudicial hacerlo. Otra cosa es lo que hago con ellos, si merezco sufrir por lo que siento y me parece que no.
Si me revolviera como una culebra, terminaría comportándome como no quiero. Y la verdad, me pregunto para qué... Ya iré a correr si me hace falta.
Este poema tiene varios años y pertenece a esas sombras que están dentro de todos nosotros y que no negaré, porque también forman parte de mí. Blancos y negros, mar y tierra, fuego y agua, tempestad y calma. Son todo uno...
Besos
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