Caminaste de la
mano despacio
mientras te
comía la inseguridad.
Te ayudé a
empezar,
te senté entre
las luces de mis dudas y deseos
respecto a tu
futuro porvenir.
Te abracé cuando
llorabas y cuando reías
y ahora
contemplo satisfecha
como comienzas a
despegar.
.
Observo como
caminas, casi sólo
retrocediendo
cuando nos necesitas,
pero sin mirar
atrás, con energía.
.
Mirando y
callando,
mientras alzas
tu vuelo.
.
.
2 comentarios:
Cuando emprenden el vuelo parecen no necesitarnos o eso nos hacen creer, pero no es así.
Besos
Ay ese vuelo que prendemos todos un día. Es duro para las madres, pero así ha de ser.
Besitos :)
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