De pequeña, contaba números.
Me mareaban las sumas y las restas.
Si iba a la panadería, a la vuelta
contaba y volvía a contar las vueltas.
Era necesario saber si eran correctas.
Pasé por contar las cuentas
de las pulseras y collares de caramelo
hasta, de comer demasiado, cansarme.
Cuando comencé a trabajar,
la cuenta del banco me obligó esclava,
a contar de nuevo.
Toda la vida contando que cuento
historias, caminos y cuentos.
Caminos en los que la cuenta de todo
encuentra historietas de momentos.
Que se entere nadie de que cuento nada.
Mientras tanto, sigo contando.
3 comentarios:
Pues chica.. cuentos... cuánticos..
si me gustan..
los cuanticos..
yo es que soy de letras..
besis
A mi eso de contar, contar cosas, no me va mucho,; los números me dejan en blanco, me pierdo en ellos.
´Lo único que me gusta contar son las sílabas:):)
Besos y cuentos
estrella altair: Jajaja. Cada uno cuenta lo que más le gusta. Tú sigue contando.
Besos
.......................
trini: Pues espero que sigas contando esas sílaba, que mira que se te da muy bien...
Muchos besos, guapa.
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