Todo, nada,
nunca, siempre, mal, bien, sí, no…
Tan categóricas
y definidas
que no dan
opción a más.
Pero hay quizás,
puede, a lo mejor, tal vez
que ensanchan el
destino.
Sólo la muerte y
la destrucción total, eximen del quizá.
En otoño,
escucho las hojas arrastrándose por el suelo.
En primavera, el
roce de las espigas bailando al son del viento.
Si se integra la
éxtasis del nunca y del todo,
amanece el
quizá.
Porque el todo,
acaba aceptando al nunca…
1 comentario:
El todo y la nada, el nunca y el siempre. Palabras que más que reunificar, separan. Todo se acaba aceptando en el amor.
Un beso
mj
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