
La mujer es fuerte, viva, con ganas de comerse el mundo y la que determina mi vida. Es la que me dirige, la que me traslada de un sitio a otro. Sin duda, la que decide.
La niña, es la que me da quebraderos de cabeza, la que llora y se autocompadece y es la que podría manejarme amargándome la existencia. Pero no puedo apartarla de mí, porque es la que me hace disfrutar y sentir tan intenso y tan sutil que me apabulla saciándome de emociones y sensaciones.
La mujer va a correr para quemar rabias contenidas. La niña, mientras la mujer corre, abandona su cuerpo al abrazo del cielo, al trino de los pájaros y al murmullo del viento. Me como una manzana y después un pastel. Ying y yang. Sueño con tiernas caricias, pero amanezco con el hambre de una loba en celo….Ejemmm.Corramos un tupido velo.
Cada día, me percato del trabajo que posee cada una, de la tarea que les pertenece. Trabajo para que esa vida entre las dos, sea la más armoniosa posible, aunque se que a veces, no podré ceñir las riendas a la que quiero en determinados momentos.
Fácil y difícil, dureza y ternura. Ahora, un hoy y luego, un mañana, que ambos dos conviven en mí. Mas en el fondo, adoro esa lucha.
La niña, es la que me da quebraderos de cabeza, la que llora y se autocompadece y es la que podría manejarme amargándome la existencia. Pero no puedo apartarla de mí, porque es la que me hace disfrutar y sentir tan intenso y tan sutil que me apabulla saciándome de emociones y sensaciones.
La mujer va a correr para quemar rabias contenidas. La niña, mientras la mujer corre, abandona su cuerpo al abrazo del cielo, al trino de los pájaros y al murmullo del viento. Me como una manzana y después un pastel. Ying y yang. Sueño con tiernas caricias, pero amanezco con el hambre de una loba en celo….Ejemmm.Corramos un tupido velo.
Cada día, me percato del trabajo que posee cada una, de la tarea que les pertenece. Trabajo para que esa vida entre las dos, sea la más armoniosa posible, aunque se que a veces, no podré ceñir las riendas a la que quiero en determinados momentos.
Fácil y difícil, dureza y ternura. Ahora, un hoy y luego, un mañana, que ambos dos conviven en mí. Mas en el fondo, adoro esa lucha.