domingo, 28 de marzo de 2010

Vacaciones

La piedra,
la arena,
el calor
y el cielo azul.
Me ausento unos días.

jueves, 25 de marzo de 2010

Al manantial





Siento que no estoy,
que no me hallo entre la gente.
Que hablo, que digo, que me muevo
y que la vida continúa girando.
Escucho y callo, preguntándome
donde he pretendido encajar
si no soy capaz de ello.

Me aparto,
siendo consciente de mis actos,
buscando alejarme de lo que me violenta.
No hace falta agradar a nadie
porque al final, estaré yo sola
bailando con mis sentimientos.

Así puedo volver al bosque
y beber del manantial
todas las veces que haga falta
y limpiar el veneno que, en ocasiones,
me atrapa.



domingo, 21 de marzo de 2010

Poesía




En cada gesto de la rutina, poesía.

El interruptor de la luz abre el ventilador
para que no se inunde el baño de vaho.
Se abre el grifo y el agua aparece
en círculos perfectos saliendo por los agujeros
de la alcachofa de la ducha.
Todavía fría,
se arrastra sobre la alfombra de plástico
sujeta a la base de la bañera.
Los chupones se vacían de aire
y la mantienen inmóvil
mientras el agua se escurre por arriba
y por debajo.
Y cae desde lo alto mojando
musgos nacidos entre los recovecos
del desnivel bajo su nacimiento.
Y cala los pequeños entrantes
que agradecidos se relajan.
Los párpados caen ante el peso
de las gotas sobre las pestañas
y la mirada se centra
en todo lo que se extiende bajo ella.
Las curvas terminan en canales
desde donde el agua cae en torrente
que se desborda, anegándolo todo.

Cascada propia e insólita
De un mundo único y escondido.
Catarata de sensaciones.



domingo, 14 de marzo de 2010

El viento





Mi hijo afirma que no se ve el viento.
Le digo que sí, pero no me cree.
Por la calle, se mueven las ramas de los árboles
y su cabello que se alborota
Pero él sigue diciendo que no se ve el viento.
No necesitas verlo, le insisto,
sólo siéntelo,
pero continúa en retahíla:
¡Que no! ¡Que no lo veo!

Al día siguiente, encuentro al viento
metido en una bolsa de basura.
Está agarrada en una papelera
por donde se ha colado el aire.
Sujeta, vuela mecida por Eolo.
Bolsa y viento son todo uno.
Se mantiene suspendida…
La pena es que no puedas verla.
La bolsa por lo menos.
Porque igual me sigues diciendo
que no ves al viento.



domingo, 7 de marzo de 2010

Acurrucos




Te siento agobiado.

La espalda vuelve a las andadas
con nuevos arranques de rabia,
y el trabajo parece que no se acabara.
Cuanto más haces, más te exigen,
y la reunión con el ordenador
se convierte en prolongado instante de ardor.

Pero cuando terminas y te relajas,
haces lo que no pensé que harías.
Me buscas y te acurrucas
apoyando la cabeza contra el pecho,
sólo queriendo que te acaricie el pelo.

Acurrucos deliciosos para mis adentros,
tan profundos que me podría quemar.
¿No sabes por qué me gustan tanto?
Es que quieres lo que más me gusta dar.




martes, 2 de marzo de 2010

¿Las miráis desnudas?




Las ramas del los árboles forman parte de mis días este invierno. Las observo alzarse hacia el infinito cielo. Son el final de la cadena que comienza en las raíces y que en primavera se viste de nuevo.

Son el final y por ello se duermen en invierno cuando reina el frío. Descansan a la espera de mejores temperaturas para despuntar repletas de flores y hojas.

Son las manos del árbol, aquellas en las que se apoyan los pájaros para construir sus nidos. Son las manos del árbol, cuyos cuerpos albergarán yemas y frutos.

Limpias de complementos, se muestran como suenan, se ven cómo son, sin adornos que las envuelvan. Puntas alargadas y estiradas, hoy ofrecen algo que no dan en verano.

A los ojos, su desnudez engalana el paso de las nubes en el eterno cielo.
Se están empezando a llenar de flores… ¿pero, y desnudas? ¿Las miráis?