miércoles, 31 de diciembre de 2008

Mucha vida



Termina un año que se va y comienza el que viene.
Preguntas: ¿Qué traerá?
Enigmas: ¿Qué se llevará?
El final del año que entra, atrapará respuestas.

Lo deseo para vivirlo entero, como quiera que se muestre.
Que traiga hermosas alegrías y chiquitinas penas,
felices encuentros y escasos desencuentros,
envueltos en valor para llevarlos mejor.

Y quiero vida, para sentirla intensa,
de esa que da escalofríos de tan amada,
con sueños por cumplir,
con batallas que pelear para llevar adelante
lo vital que es la vereda a recorrer.

¿Qué podría desear para todos?
Para seguiros sintiendo, para que sigáis siendo,
para que continuéis estando en un rincón
de esta existencia bañada en letras.

Vida, sólo eso, vida.

FELIZ CAMINO PARA EL NUEVO AÑO 2009

¡¡¡MUCHA VIDA!!!

domingo, 28 de diciembre de 2008

Entre lágrimas



Entre lágrimas, abrazada de muerte, vida.
Las flores, plenitud de tristeza que renueva los instantes
de amistades aturdidas, por trabajos y rutinas.

Tus ojos son un canto a mis ojos que te miran
y mientras se nublan tus pupilas
aguanto la mirada de tus miedos
perdidos en el triunfo del silencio.

Te siento y me sientes,
y encontrada en afán de compañía,
llora la muerte, ríe la vida.


miércoles, 24 de diciembre de 2008

Feliz Navidad



Aunque se me acaba de teñir de gris...
Aunque la realidad enseña su cara más amarga…
Aunque el camino en los próximos días será difícil…

Siempre guardo en el corazón una sonrisa para los que quiero, un cariño, un anhelo…

Mis mejores deseos para todos vosotros, llenos de campanas, alegrías, cascabeles que suenen y encuentros que os sacien de plenitud.

Y ante todo, sobre todo y por encima de todo, mucha salud.

FELIZ NAVIDAD

lunes, 22 de diciembre de 2008

Flor de Pascua




¡Qué Navidad más preciosa la de abrir la puerta,

y encontrarte una flor de Pascua

en las manos de un amigo!

jueves, 18 de diciembre de 2008

Viento



Pescadores, con los sedales apenas visibles de sus extensas cañas perdidos dentro del agua que envía destellos multicolores. El puerto, envuelto entre amenazantes nubes es presa de gran actividad a pesar de hallarse vacío de los grandes barcos que horas antes descargaban su pesca.
Ahora somos aficionados, buscando pasar una tarde agradable los que ocupamos las esquinas y nos apoyamos en los norays, mientras enganchados en los punzantes anzuelos, trozos de pan, lombrices y restos de pescado llenan las bocas de los atrevidos peces que sacian su hambre arriesgando su vida quizá sin saberlo.


A lo lejos se observan descargas eléctricas en el cielo, rayos zigzagueantes rompiendo como hoja de papel rasgada, el paisaje cargado de energía a punto de reventar. El olor a ozono arrebata impregnándolo todo. Nos damos cuenta de que la tormenta está más cerca de lo que parece pero como acabamos de llegar decidimos quedarnos.


De repente comienza a llover tan intenso que nos obliga a guarecernos bajo los voladizos de las lonjas, pero es tal la fuerza del viento que aún teniendo abierto el paraguas las gotas no resiste el feroz embate y traviesas, nos mojan la cara.


El espectáculo es magnífico. El agua del mar salpicada fuertemente se explaya mostrando las corrientes en su superficie. Parece que cambiase el color y la textura en las pequeñas crestas que se forman.


Se crean verdaderos ríos en la extensión antes plagada de pescadores, ríos que van a desembocar al revuelto mar en enormes cascadas. Pero el viento no lo permite y según comienza la caída libre, empuja hacia atrás el agua provocando una contracorriente sostenida por si misma en el aire mientras crea formas caprichosas e indefinibles.


Las nubes corriendo, los electrizantes rayos que no cesan de descargar su naranja energía y el viento dominante proporcionan una armonía apabullante que hace que nos retiremos a un refugio cercano desde el que, con un café caliente, seguimos contemplando la furia de la tormenta.


Es en esos momentos, cuando más me sorprende la naturaleza por si misma bella y exultante. Tranquilidad y sosiego pueden convertirse en un momento en anormal fuerza que sin duda bella también muestra otra manera de ofrecerse. El hecho de disfrutar de esta vertiente, no sólo de las tranquilas aguas, me transmite con más ilusión la alegría de estar viva, de poder apasionarme con lo que aprecio, de sentir que mi cuerpo se envuelve de especial contento ante lo que sin más es, una tormenta.


domingo, 14 de diciembre de 2008

¡Te ha tocado!




"nos"


¡Te ha tocado, pequeño! ¡Te ha tocado!
Hoy te ha tocado que confundan
y olviden tu nombre en revuelto de papeles,
arrinconando la ilusión entre butacas.

El hecho es que esperabas una llamada,
levantarte y acudir al escenario,
y entre fotografías y aplausos,
recoger tu ansiado regalo.

Te observaba, colorado,
pidiendo que nos fuéramos cuanto antes.
Rodeados de tanta gente,
tus ojos gritaban: ¿Por qué? ¿Por qué?
Te ha explicado el presidente
Que los errores, queramos o no, suceden.

Hoy te ha tocado llorar desconsolado mientras te decían:
Todo se arregla. Recibirás el premio en unos días.

¡Te ha tocado, pequeño!
¡Hoy te ha tocado!


jueves, 11 de diciembre de 2008

Para siempre



Hay cosas que se hacen para siempre.

Como recoger un montón de conchas
entre la arena de la playa
y guardarlas en una bolsita
en un cajón de la mesita de noche.

De donde sabes que no se irán nunca.


lunes, 8 de diciembre de 2008

Musgo



Me mojo.
Y mientras lo hago miro la perspectiva
de los árboles, uno tras otro, frente a mi.
Los han pintado de verde, me digo.
Y despacio, para no dar el cante,
(estoy trabajando),
paso acariciando el aterciopelado musgo.
La humedad se agolpa en las arrugas del tronco,
y cerrando los ojos la rozo.

lunes, 1 de diciembre de 2008

Proyectos



Hay proyectos, pequeñas delicadezas que me ocuparán la mente pero que ahora no tengo tiempo de realizar, porque tengo un ratón del que cuidar, al que atender, al que darle todo el tiempo del mundo para verle crecer con la energía que se merece recibir de mí.

Lo comentaba con una conocida y me decía que esperase a jubilarme para hacerlos. No esperaré tanto, hasta que el peque crezca y comience a necesitar durante menos tiempo mis atenciones.

Quizá estudiar, quizá cursos, quizá tantear otras posibilidades profesionales, no lo sé. Lo que si es verdad es que no esperaré a jubilarme, porque en muy poco tiempo a mi alrededor, personas con pocos más años que yo, han sido visitadas por el último mal, por ese que te lleva sin esfuerzo a vete a saber dónde.

Y ahí si que da lo mismo los deseos, ahí si que da lo mismo tener ganas de comerte el mundo, los sueños y toda la vida que has vivido, porque ahí todo tu mundo se muere contigo. Si hay vida después, quién sabe, pero hay cosas que quiero hacer que no me dejan quedarme sentada hasta que me jubile.

Cosas tiene la página blanca
que todavía me queda por llenar.
Libro extenso, camino incierto
amarrado al talle de mi cintura.
Cabe entender que el tiempo juega
con las pautas de la inconsciencia,
y cuando decide terminase de pronto,
retira al corazón el miedo a la lucha.
Mientras dure el alma en la vida,
recojo las mieles de mis triunfos
y a los fracasos e inconstantes
les doy una gran patada en el “ejem” trasero.