domingo, 24 de junio de 2007

Marian


El edificio está en huesos. Lo pensaban derribar, pero lo han decidido arreglarlo para dedicarlo a algún servicio relacionado con la moda. O eso creo. Por tiempos, pescados, almacén, oficinas y otras actividades han llenado sus paredes de gente, olores, ruidos... Está en silencio. Sucio. Lleno de polvo pegado al suelo. Trata de que los zapatos no adquieran una pátina de color blanco escayola que sabe, tardará días en desaparecer. Mas es en vano ya que minuto a minuto, les pintan la fachada de nieve.

Han llegado dos camiones. Tienen que llevarse tres containers cuyos entes sueñan, allí dormidos bastante tiempo. Ante ellos, gran cantidad de material amontonado dificulta la maniobra. Hay que retirarlo para poder enganchar las cadenas del camión a las sujeciones de los containers. Vallas, bases de piedra, y un sinfín de cajas terminan volando por los aires, pero los conductores consiguen su objetivo.

Los camiones se retiran. Uno de ellos retornará a buscar el tercer container.

Mientras tanto, la espera. Siempre es una novedad entrar en uno de estos sitios. Los rincones acarrean sorpresas, unos cables, tubos, enchufes por doquier... Las llaves tintinean en el bolsillo mientras la garganta comienza a resentirse de todo el polvo removido, cuyas partículas se desprenden, introduciéndose curiosas en la boca.

Llega el camión de nuevo. Está maniobrando. Tengo ganas de beber un vaso de agua. Mi teléfono suena...

-¿¿Si??
-Hola, soy Marian.
-¿Marian?

La tripa empieza a hacer volteretas de campana. Ese acento que no conozco. Marian...

Es como un sueño, para mí siempre es un sueño y una alegría, que quieran ponerse en contacto conmigo. Esta vez desde México o Méjico(no tengo muy claro como se dice allí). Más de tres años, por medio del blog, de los e-mails, del messenger y en ese momento, de repente, escucho una voz en mi oído, que me pregunta a ver qué tal estoy.
Este mundo de internet es mágico, te abre muchas puertas, te hace encontrar que hay por ahí, personas con las mismas inquietudes, y con parecidos anhelos. Y te hace hallar personas como Marian, que lucha y pelea todos los días por salir adelante...
Desde aquí quiero darle las gracias, a ella, a Trini, a Bárbara, a José Luis y a todos los que después de haber cambiado mi blog y de todos los meses que he estado ausente, continuáis visitándome.
Mi abrazo y cariño para todos.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Vaya sorpresa te llevarías, ¡¡¡que alegría!!!!

Me alegro de corazón que hayáis charlado un rato,

Y, no tienes que darme las gracias, siempre es un placer pasar por aquí.

Besos

erik dijo...

Suele ser una sorpresa agradable de pronto una voz al otro lado, que, yo al menos cuando me ha cocurrido jamas esperaria oir ese timbre. Y ya ves....


Gusta ...

Anónimo dijo...

A mí me pasó no hace demasiado... es muy raaaro, pero me gustó la experiencia.

Un saludo ;)

Ojo de fuego dijo...

trini: Las gracias te las tengo que dar, sí. Por ese ratito que me dedicaste el año pasado.
Gracias, sí, y de corazón.
Un beso
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no name, no face: Si que gusta, espero que la próxima vez que pase cerca de tí, podamos coincidir.
Un abrazo
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radikal: Si que agradan esas sorpresas, sobretodo cuando no las esperas.