
De cada viaje, traigo un recuerdo.
Un pequeño escondite donde cerrar los ojos
y visualizar lo vivido.
Aunque estaba prohibido, bajo amenaza de multa
del último atrape un pedacito de lava,
casi negra, adornada de agujeros.
Cada viaje, con un sentido,
buscando entre mis profundidades,
aquellas que siento.
Cada experiencia, con un camino
al que encontrarle algo vivo
que me acune mientras duermo.
Y mientras tanto, a veces, ya no es recibir,
sino entristecerme al encontrar lo que no quiero
y entonces preguntarme que sentido tienen
ciertos sentimientos y ciertos cuentos.
Entonces vuelvo a buscar recuerdos,
sólo los míos, de mis adentros.
Un pequeño escondite donde cerrar los ojos
y visualizar lo vivido.
Aunque estaba prohibido, bajo amenaza de multa
del último atrape un pedacito de lava,
casi negra, adornada de agujeros.
Cada viaje, con un sentido,
buscando entre mis profundidades,
aquellas que siento.
Cada experiencia, con un camino
al que encontrarle algo vivo
que me acune mientras duermo.
Y mientras tanto, a veces, ya no es recibir,
sino entristecerme al encontrar lo que no quiero
y entonces preguntarme que sentido tienen
ciertos sentimientos y ciertos cuentos.
Entonces vuelvo a buscar recuerdos,
sólo los míos, de mis adentros.