lunes, 12 de noviembre de 2012

El gato


 
 
 






Escribo poco. Casi nada. Cuatro líneas que después abandono. Es más, soy consciente de que si no fuera por este blog y el anterior que tuve, que tanto me han aportado y por vosotros que me leéis, hoy no escribiría.

Siento mi vida llena. Tengo problemas como todo el mundo, a veces pocos, a veces muchos, pero dejo que fluyan para que el parón sea lo más corto posible. El problema sigue estando vivo pero procuro darle más relevancia a lo verdaderamente importante.

En alguna ocasión he leído que quien habla constantemente de los mismos problemas es porque los tiene y los siente. Y que el escritor, repitiendo una y otra vez las mismas angustias, las percibe como si fueran recientes.

Estoy en medio del monte, custodiando unas casas y de entre la maleza, hallo un gato de color tofe que me visita. Con sensual andar, se acerca a medio metro deteniéndose junto a mí. Sus ojos, de penetrante color miel, me miran interrogantes y al encontrar a los míos recorriendo su cuerpo, maúlla todo su ser.

Se aparta aunque no se aleja demasiado. Apoyando su trasero en el suelo, adopta la típica postura del gato sentado mientras enrosca su cola alrededor de las patas. Allí observa el panorama. Las hojas multicolores que el otoño ha regalado a la tierra, los petirrojos, cuyos saltos de rama en rama le hacen estar alerta y mi sorpresa al sentirlo tan cercano.

Llevo al papel las primeras líneas de este escrito, cuando sin previo aviso, el gato restriega su felino cuerpo contra mis piernas. Me asusto pero me alegra su valiente actitud que hace que disfrute de ese momento. Repite sus andadas de nuevo y por varias veces…

¡Qué fácil es ahora el camino!


 
 
 
 
 

9 comentarios:

mj dijo...

Siempre se escribe cuando se tiene algo que decir. Y hoy, lo que tú has dejado caer en este espacio es mucho. Paz, armonía y sosiego, libertad.

Un abrazo enorme

Trini Reina dijo...

Se te ve en tus palabras. Te sigo en esa melancolía del principio hasta ese campo donde acabas el texto, con tu felina compañía.

No dejes de escribir. Eso nunca. A pesar de la alegría, el dolor, el cansancio, la dicha...No dejes de escribir.

Besos

Erik dijo...

Creo que te ha adoptado. Porque los gatos son ellos quienes adoptan a los humanos y no al contrario.

Pero también les gustan mucho los pajaritos.

Ten cuidado.

Beso!!!

José Manuel dijo...

No dejes de escribir aunque no tengas nada que decir, aunque el cansancio, la apatía y la falta de alegría te inunden. Esta vez es un gato otras cualquier cosa que se te cruze en tu vida, sentirás una gran paz interior y eso muy gratificante.
Animo y a escribir.

Besos

Unknown dijo...

Hola querida amiga,se te siente, feliz,y plena, con tu vida, como todos,y llevando los que nos venga, fluyendo, y disfrutando de lo que si tenemos y me huelo que tu además del Gato tiene ..

mucho, mucho amor....

y eso te hace bella..

y a mi me gusta venir a disfrutarlo.

Un besazo..

Ojo de fuego dijo...

mj: Decir diría muchas cosas, pero hay cosas sobre las que se acabó el luchar. Lucho por otras, siempre...

Tranquilidad... No sabes cuanta tengo ahora.

Besos
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trini: Sé que seguiré escribiendo pero es como que hoy por hoy no lo necesito. No sé ni como explicarlo... En ciertos aspedtos le he dado una vuelta de tuerca a muchas cosas...

Besos
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Erik: Aunque me han dicho que es muy normal que los gatos en celo hagan eso, te juro que no me había pasadonunca....

Besitos
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José Manuel: Como le he explicado a Trini, es como si no tuviera necesidad de hacerlo. Pero lo que si me queda para ello, es compartirlo, y seguir con vosotros por aquí.

Besos
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Estrella Altair: Me parece que tú también fluyes con la vida y te entregas a ella sin ningún muro por delante.

Gracias y muchos besos

Unknown dijo...

Discúlpame. No creo eso de que no escribes .Una prosa tan buena , que se deja leer, que te atrapa no se logra sino con noventa por ciento de trabajo y veinte por ciento de inspiración. Es muy lindo tu estilo. Es ligero, elocuente y se deja leer con gozo. ¡Mis plácemes ! besos de luz.

Ojo de fuego dijo...

María del Carmen: Antes escribía muchísimo más. Era como una necesidad que me salía del alma, que me llenaba. Hoy por hoy tengo la vida muy ocupada y no tengo tiempo para dedicarle a escribir lo que quiesiera. Sé que con el tiempo volveré a vivirla muy intensamente, pero hoy por hoy...

Gracias por tus bellas palabras.

Besos

Anónimo dijo...

Lo más curioso de todo, al menos esta noche para mi, es lo que se parece el gato de tu foto al que busca mi amiga Rebeca. Sé que es casi imposible, pero aún creo en los encuentros ¿Dónde tomaste la imagen?
http://www.gato-perdido.org/pets/1211-gato-perdido-madrid