
Os escucho a los dos por separado
y después de un rato me viene la risa.
O eso creo.
Se parece muy poco lo que dice uno
a lo que cuenta el otro.
Sólo os escucho y me rió, pero por dentro lloro.
Ella te sigue tratando como un niño
y tú, rabioso, gritas sin pensarlo.
Debería estar contenta de la autodependencia que tienes
y tú, tratar de entender mejor a la que te parió.
Yo, como en muchas contadas, sigo en el medio.
y después de un rato me viene la risa.
O eso creo.
Se parece muy poco lo que dice uno
a lo que cuenta el otro.
Sólo os escucho y me rió, pero por dentro lloro.
Ella te sigue tratando como un niño
y tú, rabioso, gritas sin pensarlo.
Debería estar contenta de la autodependencia que tienes
y tú, tratar de entender mejor a la que te parió.
Yo, como en muchas contadas, sigo en el medio.
5 comentarios:
Creo que, el o la que está en medio, sufre más que los de los extremos, porque el "problema" no es suyo al cien por cien y se lo imponen.
Besos
La imparcialidad es una virtud....
Dicen que el que se pone en medio es el que recibe todas las tortas :)
Así que mejor en un extremo o fuera del todo.
Un abrazo
Así somos las madres... así son los hijos. Es la vida. Besitos, guapa. Y muchos para él, claro está.
trini: Pues si es así, me parece que me lo como con patatas, aunque no lo llevo mal.
Besos
...................
ideas: Supongo que si.
Besitos
....................
julio: Pues prefiero ponerme en el medio. Sólo escucho y valoro, pero cada uno a lo suyo.
Besos
...............
isabel: Pues si soy así cuando Ibon sea mayor, dáme en la cabeza, tú dáme fuerte, que te dejo.
BEsos
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