martes, 22 de febrero de 2011

Omar abandona y se marcha










Aquellos ojos llegaron avistando esperanzas
cautivos de un futuro a todas luces soñado,
trayendo mantas vestidas de coloridos pañuelos
para lograr monedas y rodear cuellos.

De oscuro túnel a tienda de campaña,
de templado albergue a esquina de calle,
acompañaron a la tristeza de recoger chatarra
regueros de ansias, pedidas de dámes.

Con las manos caídas, resignado se entrega
después de cuatro años de venir en patera,
con sueños desvencijados sobre los colchones
servidores de reposo para sus sudores.

Quiero esto, quiero aquello…
Para lograr un trabajo salió de su pueblo.
Ahora regresa a la tierra de nacido,
donde solo los suyos le trataron con mimo.





 

2 comentarios:

Trini Reina dijo...

Sí, al menos en su tierra, con su familia, hallarán (espero) el amor.

Siempre es triste el desencanto, pero en situaciones como esta que describen tus versos, más aún.

Besos

Ojo de fuego dijo...

trini: Ha salido de una noticia que escuche a primeros de mes de un chico que volvía a su pueblo depsués de cuatro años en Ceuta. Trataba de pasar a la península, pero le fue imposible.

Por mi trabajo, veo situaciones de todo tipo, tanto en un extremo como en el otro. Sinceros y honrados, crueles y marrulleros... Te puedes encontrar de todo.

El desencanto por no llegar a realizar el cambio que sueñas, tiene que ser muy duro.

Besos