domingo, 15 de abril de 2012

En el Castro de Baroña


"nos"


A diario, me lame el viento
rozándome cuando a mi piel se tangencia.
Por las olas regada, huelo a sal
junto a playas dueñas y amigas de mi edad. 

Desde la atalaya, a la vida contemplo
mientras su abrazo se deshace en compañía
por los siglos de los siglos.
Mi rugoso yo sabe a arrugas henchidas
de años y saciedad plenas. 

Escucho el rumor de las ramas de los pinos
crecidos en este entorno, junto al aproximado camino
 de mi eterna existencia. 

¡Qué habré vivido
cada noche durmiendo en la cama de antaño! 

Junto a mis hermanas continuaré la ruta
impuesta en otro tiempo,
el mar al lado y en constante roce el viento.




En el Castro de Baroña.

Firmado: Una piedra en el muro de una casa.





5 comentarios:

Trini Reina dijo...

Desgastando...
El viento, de continuo desgastando...
Sí que habrán visto matices de cielos.

Besos

José Manuel dijo...

Pasado y presente de un paisaje moldeado por el viento.

Besos

Ojo de fuego dijo...

trini: Ya te digo que se desgastará esa piedra y sus hermanas. Por los siglos de los siglos...
Besos
.............
josé manuel: Y el futuro que seguirá siendo moldeado por el viento... En continuo movimiento.

Besos

Juan Pardo dijo...

Un viento que revuelve el tiempo , el presente y el ayer..tus palabras siempre traspasan alma y piel.Bello texto.Un cálido abrazo.

Ojo de fuego dijo...

Juan Pardo: Gracias por tus comentarios. El viento es testigo del camino y contempla nuestro camino por eternidades...

Besos