sábado, 25 de octubre de 2014

El revés del deseo


 
 
 

 
 
DALI
 
 
 
 
Como haber encontrado un bache al que para esconder, las palas hubieran anegado de alquitrán… Yo he encontrado la manera de saciarlo de viento y tiernos encuentros.

Este último año, en el transcurrir de las horas, he hallado el revés del deseo, así de fácil. O así de difícil. Las ganas se retiraban a esquinas insospechadas y se apoderaba del tiempo una sensación de abandono que llenaba con series policiacas, de esas que repiten por cientos de veces en televisión... Y todo por no aceptar una situación complicada, otra de tantas que seguirán apareciendo a lo largo de la vida.

Sintiendo demasiado, pero de la manera que no debía. Queriendo cambiar lo inamovible, lo que terminará siendo definitivo sin remedio.

Hasta que te me he dado cuenta de que tenía que dejar de ser hija, para pasar a ser madre. Sólo con eso, la percepción de la misma situación cambia y resulta que tú, que no me dabas besos, me los das ahora que yo te achucho.
 
La vida, que hoy da una espina y mañana una rosa.

Lento y rápido a la vez, dentro del cambio y de la emoción al sentirte cerca…

Comenzando otra vez.
 
 
 

1 comentario:

José Manuel dijo...

En el día a día la vida tiene las dos caras por las que debemos pasar.

Besos