viernes, 21 de octubre de 2016

El último verbo







Como en otros cuentos nació un niño,
que se crió pescando truchas
y escapando de la escuela por la ventana.

Se arrancó de sus raíces
y halló distinta tierra
dónde sembrar noveles esperanzas.
Mientras trabajaba,
crecieron sus futuros
en otros caminos,
ahora rebosantes de agua.

Sus recientes relatos vivieron
cojeras y temblores,
de inconsistentes delirios
sorderas y reales dolores.

Se le acabó el alba
tras un café con leche y galletas.
Su barriguita llena,
del último verbo, se fundió compañera.




4 comentarios:

Erik dijo...

Me encantara que estés de vuelta, pajarito.
Tomate tu tiempo lo peor es sentirse obligado a publicar.

Beso

José Manuel dijo...

Me gusta este último verbo que has elegido para volver,...dejate llevar por el tiempo.

Feliz día
Besos

Brisa dijo...

He tardado un poquito en pasar, he andado un poco ausente, pero aquí estoy para agradecerte que estés, me encanta leerte y sentir que tus versos vuelven.

No importan las cojeras, al final lo único que importa es levantarse y seguir avanzando, el dolor pasa. La fusión se queda.

Un abrazoooo

Ojo de fuego dijo...

Gracias a todos por vuestros comentarios...

Volver... Muy despacio y con mucha calma. Ahora mismo, necesito cierta tranquilidad para retomar poco a poco... Y si escribir es lo que me apetece lo haré... Pero si no me apetece lo arrinconaré... Ahora es tiempo de encajar mi nueva realidad y no es fácil...

Besos y gracias