martes, 17 de junio de 2008

Espectáculo y desafío.



Mientras camino entre la gente, mis pies se afianzan en lo que deseo. Mis actos han creado escuela y escucho voces: ¡Tú puedes! ¡Ánimo! ¡Venga! Subo el peldaño y me enfrento a mis miedos. Coloco las hojas cargadas de melodía en el atril, deslizo la banqueta hasta gustarme donde está situada y me siento. Mi pie derecho busca el pedal adecuado y mis huellas acarician las maderas del piano.

Me llama “Memory” y yo la persigo. Mis dedos la buscan entre la espesura de escalas que con el do del sombrero inicia su marcha. Comienza a sonar suave, deliciosa…

Pero una nota decide irse de fiesta y ahí comienza la lucha. Mis manos se van a otro mundo, es como si no quisieran encontrarse ahí. Tiemblan, se rebelan, no puedo controlarlas y lo antes parecía fácil se transforma en demasiado esfuerzo. Como el viento que mueve las ramas de los árboles contra su voluntad, mis manos no responden a mi deseo, se mueven por libre. Pero no abandono, lo sencillo sería dejarlo y, al final, mal o bien termino la partitura.

Se desgañitan a aplaudir, porque se valora el esfuerzo que saben hago, cada vez que salgo al escenario a tocar el piano. Mi profesora siempre me dice que “menudos ovarios tienes”.

Yo lo único que pienso es qué demonios tengo que hacer para no exigirme tanto.

9 comentarios:

ideas dijo...

buff! yo no seria capaz..
qué torpe soy para esas cosas!!

Ojo de fuego dijo...

Pues fíjate lo que me pasa a mí, pero como soy más bruta que un arado lo hago. Algún día espero que mis manos me acompañen...
Besitos

Unknown dijo...

Bueno... no exigirse tanto.. un buen tema Ojo de Fuego... sobre todo por que me identifico mucho.

Quizas... simplemente confiar algo mas... o darnos mas tiempo...o no tener que ser perfectas....

Un besazo...

Anónimo dijo...

Creo que no puedes dejar de exigirte, porque ya naciste así y, sea el piano o cualquier cosa que se te mete entre ceja y ceja...

Besos

Anónimo dijo...

quizás si te olvidaras de todo, de todos y solo pensaras que estáis tú y el piano y que la música que brota de tus dedos es un regalo solo para ti, quizás entonces te olvides de tus manos, de la gente, de todo y solo habrá música.
besito

Anónimo dijo...

Me has recordado al otro día, en mi examen de clarinete. No tenemos las manos adaptadas para el instrumento, pero eso no significa que no tengamos las ganas y la ilusión. Sigue practicando y verás que los dedos te responden. Besos.

tchi dijo...

Nada se logra sin arresto. Las batallas de la vida sólo se vencen cuando se persiste en la conquista frecuente para llegar más allá, al que buscamos, al que nos puede hacer aún más felices con lo que hacemos y ambicionamos hacer de nuestra vida.
Te felicito por todo tu esfuerzo. Merece la pena.
Confianza y adelante.

Anónimo dijo...

Además de torpe para aprender a tocar cualquier instrumento tampoco tengo oido.
Un saludo, me ha gustado como las contado.

Ojo de fuego dijo...

estrella altair: Si ya se que no soy perfecta, y respecto a muchas cosas me dejo llevar, pero con esto no se que es lo que pasa que no puedo, aunque no pierdo la esperanza.
Besos
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trini: Ay, mi niña. ¡Cómo sabes tú que eso es muy difícil! Nací o viví así...
Besos
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white: Si eso ya lo he probado, hartarme a valerianas, beber dos copas de vino, pensar que todo el mundo estaba desnudo...
Pero todavía no he encontrado la solución...
Besos
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isabel: Fuera de lo que es la audición, no tengo problema. En casa, con mi profesora, con personas de mi confianza no hay ese problemas y te aseguro que tocó piezas muy bonitas.
Y tú, ánimo con ese clarinete.
Besitos
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tchi: Ya se me merece la pena. En cada audición me supero, a pesar de ser muy consciente de lo que me suele suceder, repito una y otra vez, hasta que reviente.
Besitos
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bardinda: Seguro que eres muy hábil para otras muchas cosas.
Besos