jueves, 29 de julio de 2010

Un pedacito de tiempo




Me ha traído el cielo un pedacito de tiempo.
para sentarme en un banco y acariciarme los pies.
Un cubito con agua caliente y mucha sal para más señas,
se dedican a acompañarme y hacerme muy bien.

Me baña el cálido líquido, los dedos, los tobillos y las uñas,
que de largas rascan y mejillones parecen
pero con lo que más peleo es con mis plantas,
que no tienen flores, aunque si defectos que entorpecen.

La toalla me seca y tan blandos han quedado
que con una uña soy capaz de arrancar durezas,
y algún que otro callo.
Viene después la piedra pómez,
cuya rugosidad arrastra pieles, molestias y roles.

Raíces cansadas que con mimo cuido,
envolviendo en crema hidratante
este silencio que acompañarme quiere.
Con los ojos cerrados siento dedo contra dedo las manos,
en cariños amañadas,
como cuando rozo con las yemas la punta de la mies,
caricias que me acarician los pies.



2 comentarios:

Lidia M. Domes dijo...

Qué lindo lo has dicho...

Si, tal vez sea hacer lo mismo que otras veces, pero con una mirada nueva...

Abrazos y besos!!!!

Ojo de fuego dijo...

lidia: Si al final es lo que hay que hacer y con demasiadas cosas porque sino la vida se convierte en una rutina.
Disfrutar de cada momento, de cada isntante, de cada rinconcito de tiempo.

Besos