miércoles, 23 de enero de 2008

Agresión

Iban estaba enfermo. Llevaba dos días con fiebre muy alta y al final el médico, después de mucha insistencia por parte de María, accedió a hacerle unas radiografías. Ya sabemos que les aprietan, para que economicen en gastos, pero a veces aburren.

Tuvo que acudir a otro ambulatorio ya que en el que frecuentaban no tenían medios para realizarle las pruebas. Con las placas en una mano y el chiquillo en la otra, se sentó en el coche… Tenían que ir al pediatra…

Intentó dar marcha atrás, pero no pudo. Tras su coche, estacionado en batería estaba otro, en doble fila, impidiéndole la salida. El conductor del mismo, en su interior parecía no haberse percatado de que debía mover el vehículo. Tocó la bocina, obteniendo como respuesta, lo increíble.

El ocupante del otro vehículo, comenzó a gritar dentro del coche. María, que se encontraba en el suyo con las puertas cerradas, escuchaba las maldiciones que profería. Volvió a tocar la bocina, y aquel hombre cuyo comportamiento era inexplicable, salió fuera del coche, se dirigió al coche de María y tras sujetar con la mano derecha, la manilla de la puerta delantera derecha, la arrancó de cuajo.

María, ofendida y enfadada, salió de su coche. Al recriminarle su actitud, recibió un fuerte empujón que provocó su caída. Allí en el suelo, aquel personaje le propinó varias patadas mientras la insultaba.

Del ambulatorio acudieron varias personas en ayuda de María, sujetando unos al agresor y otros, atendiéndola. Asimismo, se avisó a la policía.

Ella dejó todo en manos de los agentes. Lo que más le interesaba en aquellos momentos, era averiguar que era lo que le sucedía a Iban, los motivos de esa fiebre tan alta. Mientras se dirigía al servicio de pediatría, notó que su pie izquierdo, se estaba hinchando por momentos, debido a alguna de las patadas recibidas. Avisó a su marido, Carlos, que dejó su trabajo para ir corriendo a atenderla. En el ambulatorio, después de saber que Iban tenía neumonía, y mientras esperaban que atendieran a María en el servicio de urgencias, el agresor hizo acto de presencia.

María, sobresaltada, indicó a Carlos, que el hombre que se acercaba hacia ella, era el que la había golpeado. Saltó como un resorte. Habían dañado su casa, su vida, su territorio y sin pensarlo, lo agarró por el pecho y le golpeó dos veces. María consiguió que entrara en razón y hacer que lo soltara.

Hace poco tuvieron el juicio. El fiscal, debido a que había sendas denuncias por agresión, exigía pago de multa por ambas partes. El juez, en cambio, fue más lógico. A pesar, de que el agresor indicará que tenía intención de pedir disculpas cuando fue golpeado por Carlos, se entendía que la agresión sufrida por María, no tenía razón a ser y por ello fue obligado a pagar una interesante multa.

Carlos fue absuelto, ya que se confirmó que actuó para proteger a su familia.

9 comentarios:

Anónimo dijo...

Vivimos tiempos difíciles, no hay nada que se pueda comparar a la tasa de violencia gratuíta, de poca generosidad y de poca educación que estamos viviendo. Leía tu relato y me estremecía pensando en lo poco que se habla y lo menos que se piensa... es tremendo. Un besazo.

@Intimä dijo...

Que triste que la violencia sea parte de nuestras vidas.
Besitos

julio-entuinterior dijo...

Es que algunos llevan la agresividad tan a flor de piel, que la más mínima excusa sirve para que le den rienda suelta.
La suerte es no tropezarse con ellos.

Un beso

Trini Reina dijo...

No sé que pasa, pero se respira agresividad por todos lados. Creo que vivimos al borde de un precipicio invisible al que, de seguir así, caeremos unos tras otro. Quizás allí recomencemos de nuevo.

Besitos

http://poemasdeshanna.blogia.com

Anónimo dijo...

La violencia siempre ha sido parte del mundo... y seguirá...

Oye, me pasaré más por todos estos lares ahora que he "vuelto" xD, después de un largo descanso.

El primer nombre está bien? ¿Iban o Iván?

MABANA dijo...

A donde quedo aquello que a una mujer no se le toca ni con el pétalo de una rosa?...hahaha

Eso es algo del siglo antepasado, te leia y pensaba conforme iba avanzando, que ella para que le provocaba...si aquel ya le estaba insultando...

Admitamos, ella no supo captar la situación, que estuvo pésimo que le agredieran, claro!, pero....se expuso a algo peor...

Que tal que el tipo hubiese estado armado...te imaginas??

En estos tiempos, hay que guardar las distancias, y captar cuando lo mejor es callar!!

Como estan??

besitos cariñosos

Anónimo dijo...

A veces parece increible que la justicia sea< justa.
Besitos

Anónimo dijo...

A veces parece increible que la justicia sea< justa.
Besitos

Ojo de fuego dijo...

isabel: Si que los vivimos. Estas situaciones están a la orden del día. Nos movemos por impulsos sin darnos cuenta de lo que hacemos. Es terrible.
Un abrazo
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Darilea: Es triste pero es real, y eso no debemos olvidarlo, aunque duela, esa violencia está ahí.
Besos
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julio: La llevamos todos dentro, sólo que hay personas que no saben controlarla, como es este caso. Quererse a uno mismo sería el fundamento para que esto no sucediera.
Un abrazo
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Trini: Yo creo que siempre ha sido así, aunque queramos negarlo. Ahora vivimos nuestro momento que es el que nos duele, el que nos afecta pero siento que ese precipicio ha estado siempre... Es triste.
Muchos besos
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Darthz: Me alegra verte de vuelta. El nombre: En castellano es Iván, en euskera Iban sin acento, se pronuncia igual pero se escribe distinto.
Un abrazo
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Mabana: Si que es verdad que ella no debía haber salido del coche, ante semejante esperpento de persona. Si que es mejor cuidarse las espaldas por si acaso.
Estamos todos muy bien. Cuando tenga un ratito te escribo que no coincidimos en el mess.
Un abrazo gordo
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white: Ya te digo yo. Hace poco que estuve en un juicio por tema de trabajo y...Se que un abogado tiene que hacer su trabajo pero a veces es para darles de comer aparte.
Un abrazo