domingo, 22 de marzo de 2009

Cai Guo-Qiang........Quiero creer



No se puede tocar nada. Las cuerdas te separan.
Los vigilantes te controlan. Se siente el estado de alerta.

No pueden controlar la mente.
En el interior de la cabeza, no pueden saber lo que sucede.

Un torbellino de emociones
contemplando porcelana rota en el navío naufragado.
La pólvora desgarrada,
manchando telas y una peonía blanca.
La manada en grupo, choca contra sus ideales,
caen y se ciegan nuevamente,
para volver a retornar al mismo camino.
Las figuras en sufrimiento comparten un espacio
que desgarra por su sencillez y por su dureza.
Esclavitud y crueldad reflejada en arcilla desgajada,
en las caras, en los gestos, en el alma.

Me detengo.
Las manos moldean lo imposible,
rodeadas de personas y estatuas rotas.
Tiran de una madre con su bebé en brazos.
Las manos, las manos trabajando cada recoveco,
cada esencia de un mundo asustado.

Caen ríos de agua por las mejillas,
ante mis ojos que no pueden aguantar
la intensa emoción que les embarga,
las manos, las manos, las manos están creando.

Museo Guggenheim BILBAO
(Las fotografías son de otras exposiciones de este autor)

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Es precioso ver cómo hay personas sensibles que se emocionan ante el influjo poderoso del arte. Tú eres una de las afortunadas. Besitos.

celtaj dijo...

Algunas exposiciones, que no todas, te sumergen en otro mundo interior, que permanece hasta que sales de allí.
Y pasa con pintura, con arquitectura, con arqueología, con museos etnológicos...
Es como entrar en un mundo de magia (también es cierto que otros no dicen nada).

Un abrazo.

Ojo de fuego dijo...

isabel: Seguro que a tí también te hubiera gustado. Y si no fuera está hubiera sido otras cosa. Todos tenemos esa sensibildad, lo que sucede es que a cada persona nos gustan cosas distintas.
Besos
...............
celtaj: Si que sucede eso. Creo que el tema del arte va por gustos. Lo que a tí puede parecerte fantástico, puede no serlo para mí. Pero cuando ese algo consigue sumergirte en ese mundo del que hablas la experiencia es fantástica.
Besos