lunes, 2 de marzo de 2009

Once upon a time in America o de cuando se cumple un sueño







Tengo una caja en la que guardo sueños. Algunos son utopías que seguirán ocultas hasta el fin de los tiempos. Otros, imposibles, porque sencillamente no son para mí. Después están los reales, los que tienen posibilidad, los que pueden ser en la vida. Dentro de estos hay doy tipos, los que sólo dependen de mi esfuerzo y trabajo diario y los otros, que vendrán de lo que me quieran conceder los demás. De esos últimos aprendí, de un tiempo a esta parte, que era mejor no buscarlos, incluso callar y no esperarlos, a pesar de estar sintiendo la posibilidad muy cerca.

Un cuarto de hora, diez minutos antes, te dices que no va a suceder, pero cinco minutos, cuando sólo faltan cinco minutos, ya sabes que si, que el sueño se va a convertir en realidad. Entre risas y fiesta baila la música y bailan las notas al compás de quien las toca. Y cuando alzo la mirada entre mis manos y la partitura, suena “Once upon a time in America”.


3 comentarios:

Anónimo dijo...

¿Pero tan fuerte te ha dado con el piano? :)

¡Felices sueños!

Un beso

Anónimo dijo...

Pues que lo sueñes bien

Si esas cosas que no pensabas vivir son buenas, vívelas hasta la útima gota.

Besos y sueños

Ojo de fuego dijo...

julio: Con el piano, me dio fuerte hace años. Me llena demasiado como para dejarlo atrás. Cada nueva melodía es un sueño...
Besitos
..................
trini: Son buenas, Trini. Aún entre comillas, son buenas.
Muchos besos