lunes, 29 de noviembre de 2010

En construcción







Es fácil criticar,
porque quien critica a otros, no mira dentro.

Fácil cuestionar el afuera,
ya que haciéndolo no hay autoinculpación.

Es fácil dejar cerca desaprobaciones y chascarrillos
para no mirar donde se debe.

Porque el camino difícil
es eso, difícil y angosto
y mientras la facilidad del dejarse llevar
domine las necesidades,
no hay que lavar la conciencia.

Colocar cimientos de sentimiento armado
con buenas intenciones que resistan todo,
estructura de sensaciones,
y correctos y fuertes asientos de fortaleza
dan demasiado trabajo si lo que se busca
es el fácil sosiego y descanso.

Cuando lo bueno es construir,
en armonía de ladrillos y sinfín de intenciones.
Cuando lo fantástico es trabajar
en aquello que conduce a sentirse pleno.
Y sólo hace falta encontrar
lo que nos dirige a esa plenitud.





2 comentarios:

Trini Reina dijo...

Sí, esto que dices en el último párrafo es fácil, pero nos empeñamos en complicarlo todo a base de bien y vamos dando la lata (por decirlo finamente) a diestra y siniestra, como si la vida fuese infinita y nosotros indestructibles ¡qué error más grande!...

Besos

Ojo de fuego dijo...

trini: No es fácil porque sino no nos complicaríamos tanto la vida...
Al final hay que pelear por lo que verdaderamente sentimos, por lo que dentro de nosotros ocupa un lugar importante y no por lo que no lo es...

Besos