Duerme la tormenta, calla el trueno
y la luz se recoger a reposar la noche,
mientras las voces diurnas se rinden
a la dulce entrega del sueño.
Desde la ventana observo
los charcos de agua que se han rendido
a la expresión última de la tranquilidad.
Superficie de cristal en éxtasis.
5 comentarios:
Esos charcos son los espejos de la serenidad, al menos , en ellos se refleja y llega hasta nosotros.
Muy hermoso
Besos
Ha llegado mi dama,
su pelo rojo le da al viento
un atuendo de fuego.
Su fragancia me sacude.
Soy un hombre maniobrado
por las circunstancias.
He perdido la desolación que me aislaba,
el dato esencial ya no es la quietud,
en mi rostro se instala la sorpresa.
No puedo hacerme a un lado
ante el aturdimiento que se acerca,
dejo que me alcance la catástrofe.
Quiero padecer de nuevo
el saqueo en las entrañas,
la fiebre animal en la sangre,
el insomnio delirante,
el triunfo inútil.
anuar.
Esa humedad... da la vida...y sobre todo nos quieta la contaminación en esta bendita urbe de luces de neón..
Un beso
trini: Ciertamente es muy hermoso mirarlos, transmiten muchísima tranquilidad. Mucho sosiego.
Besos
..................
anuar bolaños: Bueno. Perdona que no entienda. He escrito un poema y tú escribes otro en el que no termino de ver la conexión con el que he escrito.
De todas formas es muy bonito. De riesgos hablas.
Besos
estrella altair: Esa humedad nos lo da todo. Que haríamos sin ella.
Besos
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