domingo, 13 de abril de 2008

Mandarinas


La mandarina tiene la corteza prieta. Tan densa que está pegada a sus gajos, sin un hueco por el que penetre el aire. Mis dientes, a manera de cuchillo, van abriendo la fruta, pero la dureza de su cubierta se resiste y no me permite saborear sus adentros.

Insisto y pienso que poco apoco, con paciencia, lo conseguiré, pero rebelde y rencorosa, desparrama soez ácido en mi boca. Me pican los labios y aunque me relamo una y otra vez, la acidez me corroe. Sopeso la posibilidad de dejar que la dichosa mandarina gane la partida. La tengo entre las manos, medio desnuda, asomando jugo en la zona donde los dientes se han clavado. Lo paladeo y es dulce, exquisito.

La miro y dándole vueltas la hablo. Cuando diría que estoy tronada. Hablándole a una mandarina. Aunque lo hago en silencio, por si acaso:

- Voy a comerme tus entrañas, lentamente, con paciencia, gajo por gajo. Sin prisa, pero sin descanso. Arrancaré tu piel, lo haré aunque no quieras. Defiéndete lo que puedas, endurece más tu cáscara en estos momentos. Trata de hacerlo, pero te acabaré comiendo…

Bueno, a falta de una, me comí tres. ¡Y que ricas estaban!

6 comentarios:

Tony dijo...

a mi me gusta pelar cada gajo uno por uno y luego le hago estallar con mi lengua contra el cielo del paladar....


Ahhhh


Pero tres, eso ya es mucho...

Anónimo dijo...

Jugosa la mandarina
te entretiene en su corteza
para ansiarte el paladar,
golosilla,
y tal como lo cuentas
no parece que comieras
sólo una mandarina...

Me encanta el olor que desprende
la cáscara al ser manipulada...

¡Qué aproveche!

Anónimo dijo...

Mira que eres terca, jeje... sin embargo, la dulzura de la mandarina fue tuya tras la lucha. Besitos.

Anónimo dijo...

Estaban las mandarinas ahí,en el frutero,y no sabían ellas,que iban a ser las protagonistas de uno de tus post¡¡¡

Me encantan las mandarinas¡¡¡

Están buenisimas¡¡¡

un besote

julio-entuinterior dijo...

Pero cuando hablabas así pensabas solo en la manadarina, ¿no es eso?
Pero no todas son así, pobrecitas,las hay de piel muy blandita.

Que aproveche, un beso

Ojo de fuego dijo...

tony: ¿Y no disfrutas con ello? Es fantástico relamerse con cada gajo, o co cualquier fruta. Y si, me comí tres.
Besitos
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josé luis: ¡Qué sólo hablaba de mandarinas! Que no te imagines otra cosa, eso si el día que me decida a escribir de sexo... Agárrate... Jajaja
Besitos
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isabel: Y no te imaginas lo ricas que estaban, jugosas, dulces, con zumo resbalando....Jajaja. ¡Que me desmadro!
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gobina: Bueno, en el frutero no estaban. Las compré para el descanso en el trabajo y entonces las comí. ¡Menuda guerra que me dieron!
Besitos
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julio: ¿Por qué será que tú y José Luis creo que habéis pensado en otra cosa? Sólo le hablaba a una mandarina. Cuando hablé de sexo, no lo haré con tapaduras...
Un abrazo